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“Durante muchos años mi esposo y yo no hemos tenido una bonita relación, de hecho solo convivíamos en la misma casa y cada uno en su cuarto, por lo que no hacíamos el amor, ni nada juntos. Me di cuenta que está con otra mujer y a mí se me despertó el amor, la pasión y el deseo, por lo que quiero estar con él, pero no quiere nada conmigo. No me canso de orar por la restauración de mi matrimonio”.
1. Con profundo respeto a su fe, consulte con su guía espiritual o su sacerdote para que hable de estos procesos en los que se sujeta a una expectativa por encima de la realidad. A esto tiene que tenerle mucho cuidado, porque esperar fuera de la realidad, la puede someter a un círculo de disfuncionalidad severa.
2. Él se involucra con otra y usted afirma que se le despertó el amor, la pasión y el deseo, por lo que esta reacción debe revisarla a fondo y a nivel terapéutico, ya que han vivido separados y bajo el mismo techo, pero las personas no se vinculan de un momento a otro. En su caso, pareciera que hay más datos que explican su separación, que una posibilidad real de restauración.
3. Toda pareja puede contemplar la posibilidad de restaurarse, pero usted dice que a él no le interesa, o al menos no le corresponde. Además, usted sabe que él está con otra persona y siguen bajo el mismo modelo de separación, así que les falta mucho para hablar de una restauración emocional.
4. Se debe trabajar en lo personal y como pareja, a diferentes niveles, para hablar de una posibilidad concreta de reactivar la relación, pero esto tiene que ser un esfuerzo de ambos y su contraparte está en otra frecuencia. Es momento de que analice a fondo hacia dónde van y qué quieren para no buscar soluciones parciales, que pueden resultar incómodas, como vivir bajo el mismo techo y tener una esperanza cuando parece que no existe posibilidad.
