“Estoy saliendo con alguien, no es una relación formal, de hecho ambos lo tenemos claro, ninguno de los dos quiere comprometerse, pero él me propuso irnos a pasar final de año a Guanacaste con sus amigos a una casa, yo no lo veo del todo mal, le dije que sí, pero que no piense que esto significa que somos algo más. Ahora no sé si debería ir, siento que él puede confundir las cosas, yo solo lo veo porque es buena gente y me atrae, pero no quiero nada con él”.
1. La decisión de ir o no es de ustedes dos, como adultos ustedes están en la libertad de fundamentar sus decisiones, ejecutarlas desde la perspectiva que consideren más sana, de acuerdo a sus intereses o a su visión de proyecto de vida.
2. Ahora, estar saliendo con una persona bajo la premisa de no somos nada, pero “nos vemos”, genera estructuras de contradicción tarde o temprano, ustedes están poniendo reglas de “pasemos tiempo juntos, pero no te hagás ilusiones”, esto se mantiene claro, pues es su decisión definir si pueden administrar esto o no, pareciera que él no está del todo en esta frecuencia de “vivamos solo el momento”.
3. ¿Usted tiene realmente todo claro? ¿Por qué esto le genera contradicción? ¿Por qué esto le genera ambivalencia? ¿Por qué esto le preocupa? ¿Será que las cosas no están realmente claras? ¿Por qué establece este tipo de relaciones? Trabaje en estas preguntas y es importante considerar que si alguien no va en serio y la otra persona quiere algo más, tarde o temprano esta desincronización va a generar fricción.
4. Asumir conscientemente las cosas, tenerlas claro desde el inicio, no necesariamente siempre es suficiente para evitar enredos emocionales, porque los seres humanos tendemos al vínculo, a mayor frecuencia de contacto, a mayor cantidad de experiencias vividas, se generan expectativas, tener muy claro su marco de decisiones, es fundamental para evitar contradicciones. Son adultos, ustedes deciden.