“Le causé muchas molestias a mi esposa y ella ya no quiere nada conmigo. No le hablé durante dos meses porque estaba muy enojado, no la llamé a ella ni a mis hijos, ni aporté nada en lo económico, pero ahora que me siento bien, la busqué y no me contestó. Un abogado me llamó para enviar una propuesta de divorcio y no lo puedo aceptar. Mis hijos son grandes y tampoco me hablan, así que hablé con mi mamá, que tiene muy buena relación con mi esposa y mis hijos y me dice que perdí a una buena mujer”.
1. Sin duda hay una historia de muchos años de dolor y hay una alta probabilidad de que la otra persona se desenamore.
2. Pareciera ser que su esposa tomó una decisión y llegó el momento de qué usted haga un análisis a partir de la empatía. Usted reconoce tener un carácter complicado y en la última discusión se desapareció durante dos meses, sin comunicación y sin un acercamiento para buscar soluciones, así que sus hijos y su esposa tomaron decisiones.
3. Estos procesos son muy complejos y dolorosos, pero debe aprender que en la vida no puede andar por ahí caminando y esperando que las demás personas siempre lo entiendan, o que se muevan a su ritmo. Sus acciones traen consecuencias, cuando crean un círculo de disfuncionalidad, la lógica dice que el amor se agota, se enfría y a veces muere.
4. A usted le corresponde buscar a un asesor legal que le permita revisar la propuesta o plantear alguna estrategia legal para establecer un proceso de divorcio apegado a la justicia.
5. En su historia hay dos lecturas: una en la que usted puede decir que el problema lo tiene ella, la otra es revisar hacia dentro y a partir de esta situación, cuestionar si su proceder debe modificarse para tomar la decisión de hacer cambios profundos. Busque ayuda, pues muchas veces los problemas de carácter, crean círculos de violencia y el fruto de estas cosas suele ser el desamor.