“Siento que me equivoqué con mi novio, ya que estaba saliendo de una relación muy larga con otra persona que me había dado el anillo dos veces, pero al final nunca dimos el paso para casarnos y decidí no perder más tiempo. Cinco meses después conocí a alguien, pero luego del noviazgo que tuve quería más independencia y he trabajado en eso, voy al gimnasio, estudio, trabajo, salgo con amigas y disfruto mucho esta etapa, por lo que le doy poco tiempo a mi novio, pero no estoy tan interesada en una relación y quiero decírselo, pero no quiero lastimarlo”.
1. Cuando se toma conciencia de los procesos emocionales y se tiene claro en el presente, lo que realmente se desea, el reto que tiene por delante, a partir de esto, es tomar decisiones sanas que le permitan funcionar desde la coherencia para tener estabilidad emocional.
2. Usted dice que a partir de su ruptura y el corto periodo con su nueva relación, la llevaron a precipitarse, puesto que no se siente al 100% para estar en una frecuencia de relación. Usted tiene claro que no es lo que desea, que está con su novio y quiere terminar, pero no desea lastimarlo. No obstante, a la larga esto lo podría lastimar mucho más, porque sería como una estafa emocional.
3. Terminar o no, es su decisión, pero todo ser humano merece estar con otro desde la convicción, desde la reciprocidad consciente y a partir de una decisión clara, la cual los motiva a estar porque crean una relación de bienestar, pero si esto no es así, estar por lástima o porque no sabe enfrentar una ruptura no es justo para la otra persona.
4. Corresponde sentarse, hablar con claridad, asumir los hechos y avanzar, pero hacerle creer a una persona que están juntos y la pasan bien cuando su realidad es otra, no es sano, no es justo y no es conveniente. Le toca enfrentarlo y a su pareja le tocará asumir la ruptura reponerse, sanar, crecer y avanzar, pero estar en una relación con las motivaciones equivocadas nunca será beneficioso.