“Me gusta hacer las cosas solo y no complicarle la vida nadie”

“Tengo que reconocer que soy una persona muy difícil, ya que me gusta hacer las cosas solo y no complicarle la vida nadie, porque creo al final la responsabilidad sobre mi vida es mía”.

1. Si bien es cierto, al final hay muchos temas en la vida que deben ser enfrentados por cada uno, es su responsabilidad tomar decisiones y crear acciones que procuren cambios positivos en su historia, pero no necesariamente tiene que hacer las cosas solo.

2. En ocasiones la gente simplemente le da vuelta a un problema y gira en torno a ese problema y de forma cíclica. A veces el análisis paraliza, pues no se ven las opciones dado que tiene solo su perspectiva y gira sin control, porque su perspectiva puede estar teñida de dolor, angustia, preocupación, tensión, distorsiones u otras veces de ego, arrogancia o intransigencia, por tanto, su capacidad de análisis nubla la solución.

3. Es acá donde hay una gran oportunidad de mejora, cuando se permita dejarse ayudar. En la vida se puede topar con personas que pueden ser mentores, guías, orientadores, que le posibiliten ver cuán reales y objetivas o bien fundamentadas están sus ideas, para que su análisis no sea un ciclo improductivo, sino un proceso de crecimiento personal.

4. Abrirse a buscar ayuda es un acto de sabiduría emocional y de humildad, como virtud le posibilita aprender, crecer y compartir sus preocupaciones y reconocer su vulnerabilidad lejos de ponerse en una frecuencia de dependencia, vergüenza, o autodescalificación lo coloca frente una oportunidad de mejora.

5. Será su decisión, pero dejarse ayudar siempre puede acelerar los resultados positivos y no tiene porque saberlo todo, entenderlo todo o tener todas las capacidades necesarias para enfrentar cualquier tema de la vida. Abrirse siempre será una oportunidad de mejora.