“Doctor, estoy conociendo a alguien por Internet, me interesa mucho, hemos hablado varios días, pero a veces pasan horas y horas y no me contesta. Cuando decide aparecer hablamos de sexo, me pide que le mande fotos desnuda y aunque no le mando nada él si lo hace. Eso a mí no me gusta, se lo he dicho, pero él dice que para empezar una relación de verdad tenemos que conocernos como somos y que vernos desnudos es importante para él. No estoy de acuerdo y para colmos solo de eso habla”.
1. Creo que la vida no debería ser tan complicada, cada uno de nosotros puede determinar qué quiere y qué no, qué le gusta y qué no. De la misma forma en la que uno sabe, por ejemplo, que le gusta la repostería salada y no la dulce. Cuando uno está claro, debería tomar decisiones, sin crear complicaciones.
2. Usted está chateando con una persona, lleva en eso algunos días y él sugiere verla desnuda para conocerse bien. Pero creo que para conocer a una persona primero se habla y se crean una serie de espacios para conocer el alma, luego se decide si muestra el cuerpo o no.
3. Le pregunto: ¿se siente cómoda con esto? ¿Le agrada la propuesta? ¿Le gusta lo que él dice? ¿Siente que él respeta su opinión? ¿Considera usted que es el tiempo prudente para desnudarse? ¿Cree usted que esto es necesario? Hágase todas estas preguntas y si su respuesta es que no, que la propuesta de él en cuanto a desnudarse no le gusta, tome decisiones. Conocerse no significa necesariamente mostrar nuestra intimidad, si no está de acuerdo con esto, y es lo que él propone, pues tome decisiones.
4. La contradicción es el resultado de sentirnos inseguros respecto a lo que pensamos, cuando no estamos cómodos con algo. Si usted le plantea su pensamiento, y él insiste en que no, que desnudarse es parte del proceso, entonces estamos en vías opuestas, no hay un acuerdo.