“Me siento muy cargada a nivel emocional, hay momentos en los que creo que simplemente ya no puedo más. En el trabajo siento que tengo que estarles dando soporte a mis compañeros en todos los problemas que tienen, en mi casa tengo que resolverles problemas a mi esposo, a mis hijos y a mi mamá, y si algo no sale bien me culpan de que mi apoyo o ayuda no es suficiente o que mis consejos no sirven para nada. Tengo tanta carga y ellos lo que hacen es llenarme de más problemas y por más que trate no logro encontrarle solución”.
1. Es muy importante comprender que ser familia, establecer relaciones de trabajo o estar cerca de las personas que amamos, implica una visión de solidaridad que se traduce en acompañamiento, guía y orientación con respecto a situaciones que afectan a nuestros seres queridos, pero esto no es sinónimo de asumir las cosas que deben ser resueltas por los actores principales.
2. Hay muchas personas que asumen como propios los problemas de los demás y confunden colaborar, contribuir y aportar con asumir, lo que los hace cargarse de temas en los que difícilmente vamos a lograr intervenir, pues les corresponde a los demás enfrentarlos. Una cosa es acompañar y otra cosa es vivir muchas vidas, porque vivimos en el guion de vida de otras personas y esto claramente nos carga. Ahora acá hay un tema importante:
a. ¿Las otras personas nos depositan sus problemas?
b. ¿Será que nosotros nos sobreinvolucramos?
c. ¿En el fondo habrá una necesidad de control de nuestra parte y por eso asumimos como propios los problemas de los demás?
d. ¿Quizás simplemente me meto en cosas que no me corresponden?
3. Al final no importa cuál sea el eje, lo cierto es que no podemos vivir en el guion de vida de los demás, podemos acompañar, pero muchas veces sentimos que es nuestra responsabilidad que las personas hagan o asuman determinadas acciones y esto simplemente desgasta.
4. Creo que debe hacer una revisión y establecer ciertos límites, porque uno no puede vivir cargado con un peso enorme que se deriva de temas que deben resolver las otras personas. Aprender a reconocer hasta dónde debo llegar y empezar a trabajar en la libertad interna para decir no, es fundamental para trabajar su paz interior y evitar algunos pesos emocionales que solo le roban la paz.