“Tengo 37 años de matrimonio, ya nuestros dos hijos están grandes, ya hicieron su vida, de hecho ni siquiera viven en el país. Yo solo tenía una hermana que ya falleció y mis papás tampoco están, mi esposo y yo estamos jubilados y él es un hombre que pasa viendo televisión o leyendo en el cuarto, prácticamente no hablamos, lo que hacemos es ir al supermercado, me acompaña a alguna cita médica, pero la verdad a veces pasa un día completo y si no nos sentamos a comer juntos no compartimos. Cuando comemos prácticamente ni hablamos, le pregunto qué pasa y no dice que nada, le propongo hacer otras cosas y tampoco dice nada. En esta etapa de vida, económicamente estamos bien, ni la pensión gastamos, porque nosotros no hacemos nada, y yo no sé qué hacer. Me siento sola, triste y aburrida”.
1. Muchas veces tendemos a pensar que la integración de una pareja en el periodo de jubilación pasa por diversos factores de riesgo a nivel interpersonal y se suele decir que es una etapa muy difícil, con lo cual no estoy 100% de acuerdo.
2. Creo que lo que hace que la jubilación tenga una serie de factores de riesgo en la integración interpersonal es el cómo lo asumimos. En una relación, frente a la jubilación, hay que saber que se va a convivir de manera diferente, después de la vida laboral. El cómo se asuma está asociado a nuestros niveles de desarrollo personal, es decir qué visión de vida se tiene para esta etapa, qué planes tenemos, qué actividades nos gustaría. Muchas personas entran en la jubilación sin tener certeza de cómo van a vivir ese proceso.
3. Otra variable importante es que a veces la jubilación llega y a largo de la vida de pareja hay temas como la expresión de afecto, comunicación, dinámica afectiva, dinámica sexual y la dinámica social que no alcanzaron un punto de desarrollo sano, y esto se manifiesta con mayor fuerza en la jubilación por la convivencia 24/7. Antes solo coincidíamos en algunos momentos durante la semana.
4. Ahora, ¿dónde se podría empezar a buscar soluciones? Reconocer que no hay un plan de vida en este momento o una visión de conjunto y desde ahí, a la larga, buscar ayuda. No podemos asociar jubilación a tensión en la vida de una pareja sin antes revisar el desarrollo personal, los factores de integración como pareja, que en el fondo son los responsables de dicho proceso.