“Por motivos de trabajo tengo que viajar, en ocasiones, hasta tres semanas al mes y mi novia me terminó por eso. Ella dice que no es lo que espera para su vida y aunque lo entiende, no quiere esto y peor ahora que me dieron un nuevo puesto. No sé si renunciar a mi trabajo y volver con ella, pero tampoco quiere que haga eso porque dice que después se lo voy a reclamar”.
1. Si ella tiene claro que no se visualiza en un estilo de relación con un esquema de tiempos tan diferente, tiene derecho a tomar esa decisión. Me da la impresión de que no se trata de usted, sino de su trabajo. Cuando se está en una relación de pareja, todas estas cosas pasan por una evaluación y si ella no quiere, es poco lo que se puede hacer.
2. Renunciar a su trabajo es algo que tiene que analizar muy bien, sobre todo si ella le ha dicho que no quiere regresar a pesar de que renuncie. Usted necesita pensar esto con la cabeza muy fría para tomar las decisiones más sensatas y prudentes, sin olvidar temas de realización personal y profesional que forman parte de una relación de pareja.
3. Ella tiene derecho a hacer este planteamiento y aunque suene muy duro, hay momentos en los que se tiene que balancear el desarrollo profesional y la vida de pareja, tomando como criterio de análisis las aspiraciones que cada uno tiene y esto tiene peso, ya que alguno de los dos podría decir que no. Si ella lo comunica y lo plantea con claridad, a la larga es algo que se debe agradecer.
4. Comprendo la situación que está viviendo, pero también esto tiene que motivarlo a revisar sus criterios de análisis con respecto a un proyecto de vida en pareja y a sus aspiraciones emocionales, sus deseos, ideas y proyectos para que exista una posición balanceada y equilibrada, respecto a lo que cada uno cree que puede administrar o no en el marco de una relación afectiva. No se precipite.