“Uno de mis abuelos tiene un carácter muy difícil, ya que es muy machistas y todo tiene que ser como él diga. Él está muy enfermo y aunque tiene siete hijos, todos varones, ellos han tratado de que las nietas lo cuidemos, lo cual me parece injusto. Todos ellos se hacen un lado y no ayudan ni con dinero. Yo establecí un horario pues tengo mi vida, mis hijos y mis estudios, pero ahora todos están en mi contra y esto me desgasta”.
1. Cuando una familia tiene que cuidar a uno de sus miembros, sobre todo cuando es un adulto mayor, se tienen que establecer los niveles de responsabilidad para cada uno. Hay que distribuir roles y crear una estructura de cooperación, en el que las cargas financieras, asistenciales y emocionales se distribuyan equitativamente.
2. Los hijos, al margen de que sean varones, están en la obligación de asumir estos roles pues son ellos los cuidadores de primer nivel, luego podemos pensar en un segundo nivel de cuidadores de otro grado de parentesco. Incluso, dependiendo de la circunstancias, se debe evaluar si se necesita un cuidador externo y establecer los acuerdos económicos. Recargar sobre las nietas es una visión sesgada de lo que debería ser este proceso.
3. Usted puede asistir al Conapam y solicitar orientación tras exponer los pormenores del caso y se le pueden hacer recomendaciones específicas. Esto es un tema de asumir responsabilidades y no se trata de querer o no querer, se trata de ser solidarios y no recargarse unos sobre otros.
4. Si considera que esto afecta su proyecto de vida, su tiempo, su relación de pareja, su relación con los hijos, sus estudios u otras actividades, está en toda la libertad de definir cuál es su rol rompiendo con este esquema de imposición.
5. Usted tiene derecho de decir no, en definir los alcances y límites de su participación por encima del agrado o el desagrado de cualquier familiar. Le recomendaría que busque a un profesional para establecer acuerdos que permitan darle soporte al señor.