“No sé cómo sentirme, ya que mi novia tuvo covid y durante dos semanas solo me daba los buenos días, me decía cómo se sentía y luego se desconectaba por muchas horas. Ella no me permitió estar cerca y estoy muy resentido porque publicó que le agradecía a la familia todo lo que hicieron por ella durante los días que estuvo en aislamiento y a mí ni me mencionó”.
1. A lo largo de estos dos años, esta ha sido la experiencia de muchísimas parejas sin convivencia y hay otros actores a nivel familiar, porque cuando alguien enferma la recomendación es el aislamiento y minimizar el contacto para evitar mayores contagios o que otros miembros de la familia o del grupo social se vean afectados.
2. Que ella le escriba en las mañanas y le cuente cómo se siente no es incomunicación, quizá sea un cambio en la frecuencia de esta. Recuerde que es una persona cuyo estado de salud no es el mejor, y por tanto, el aislamiento ha implicado un periodo de recuperación, donde claramente su frecuencia de contacto, su disposición en la comunicación, la anuencia a estar interconectados cambia, porque hay una persona en reposición de su estado de salud y su animosidad puede ser más baja.
3. No puede sentir como apatía, desinterés o rechazo el hecho que una persona enferma y con recomendación de aislamiento disminuya la frecuencia de comunicación y que usted registre esta experiencia como un componente emocional negativo, porque no es el mejor enfoque.
4. Al no estar usted en un modelo de relación con convivencia, las personas que viven bajo el mismo techo son las que adquieren un papel protagónico y son estos los que asumen la estructura de apoyo que tiene una persona, resentirse por el agradecimiento y personalizar este proceso como algo negativo es descontextualizar la situación. Usted debe hacer una revisión de este proceso para evitar caer en un tema de reclamos, que no corresponden a la realidad. Analícelo bien.