“Tengo una relación de noviazgo muy bonita, vivo sola desde hace mucho tiempo y me gustan las cosas tal y como están, pero mi novio me ha dicho que le encantaría que vivamos juntos y yo aún no quiero. No es por él como persona, pero financieramente no está bien y tiene muchas deudas y complicaciones. Le dije que para vivir juntos él tiene que aportar el 50% y no le gusta que le diga estas cosas. No me veo en un proyecto de vida con una persona que no pueda mantenerse y menos aportar. Él dice que lo he decepcionado por lo materialista que soy”.
1. He tenido varias consultas similares, en las que uno de los miembros de la pareja quiere un proyecto de convivencia pensando en amanecer juntos, pasar los días lluviosos mirando la ventana tomados de las manos, hacer el amor y sentir que la vida es preciosa.
2. Estar más cerca con mayor intimidad emocional y sexual es parte de un proyecto de vida, así como creer en un proyecto de convivencia que les permita estar más unidos, ya que se llega a una etapa de la vida en la que estar con alguien motiva buscar mayor intimidad y cohesión.
3. Pero al lado de todas las propuestas románticas están las finanzas que le van a dar persistencia a un proyecto de relación de pareja. Como adultos se debe tener claro que al lado del amor y las ilusiones está el pago del agua, la luz, el Internet, el supermercado, la hipoteca o el alquiler y los gastos médicos en fin, el amor romántico pasa por la responsabilidad y la estabilidad financiera,.
4. Pretender un proyecto de pareja implica una evaluación integral para evaluar la viabilidad de crear un proyecto de convivencia y de continuar o no en el tiempo y esto requiere pensar numéricamente. No es ser materialista, fría o egoísta, es ser realista.
5. Un proyecto de relación de pareja necesita un equilibrio entre el romanticismo y la realidad, entre la pasión y la cordura, así que su posición es sensata.