“Mi pareja ha sido muy celosa, controladora y he tenido que perdonarle infidelidades. Por muchos años me dediqué a la casa y a los hijos y ahora tengo un trabajo de medio tiempo, pero él se molesta conmigo a pesar de que me levanto de madruga y dejo todo listo. Se molesta si salgo a reuniones y que tenga amigos en el trabajo, aunque no estoy haciendo nada malo. Él sí me ha fallado muchas veces y le perdono todo, pero no estoy dispuesta renunciar al trabajo. Sé que si renuncio desaparecen los problemas, pero no me parece justo”.
1. Usted dice que hay control, celos y que limita sus opciones en cuanto a la toma de decisiones, las cuales tienen que ver con su independencia económica por su incorporación al mundo laboral. N es solo un tema de carácter, sino de un patrón de conducta que implica violencia sicológica y, a esto le debe prestar atención.
2. Renunciar al trabajo para resolver los problemas implica que usted no pueda tener independencia laboral y económica, lo cual violenta sus derechos a la realización personal. No se trata de ajustarse para evitar molestias y enojos, porque todo ser humano conserva el derecho y tiene la libertad de definir su desarrollo personal, laboral, social y esto no debería afectar la dinámica de una relación.
3. Busque apoyo profesional porque pensar que sus decisiones provocan el enojo de su pareja y que si hace lo que él le pide resuelve los problemas, estaría optando por una posición en la que se puede ir anulando su esencia y esto no es parte del amor. No puede justificar y aceptar condiciones que violentan su desarrollo personal como un eje de estabilidad emocional para su relación de pareja, porque no es de esta manera como se resuelven los problemas.
4. Él está llamado a aceptar ayuda, analizar sus criterios, porque ser pareja no supone acomodarse a la lista de requisitos impuesta por el otro. Una relación implica desarrollo personal como base de la estabilidad emocional de una pareja.