Miguel "Coco" Mora asegura que a estas alturas de la mejenga tiene la madurez necesaria para darle un giro a su vida, pensionar a su pandilla y reinventarse como lo hacen solo aquellas personas que se han enfrentado a pruebas realmente duras, aquellas que han caído, pero que se levantan más fortalecidos, llenos de fe y esperanza.
Y él, sin duda alguna, es uno de esos valientes.
Su vida desde niño estuvo pintada de claros y oscuros. Su madre lo entregó a sus abuelos cuando apenas tenía tres meses de nacido, y su padre, con quién casi nunca tuvo contacto, era guarda rural y lo asesinaron de un balazo cuando Coco tenía 7 años.
El oriundo de Barrio Pinto, de Montes de Oca, era a sus 18 años soñador y pulseador. Esos dones los demostró al mundo en la primera oportunidad que tuvo.
En 1984 los dueños del salón de patines Music le regalaron un viejo muñeco y fue como comenzó a hacer sus primeros pininos como ventrílocuo. Se tiró a la Plaza de la cultura y a la Avenida Central a hacer sus primeros shows y con una bolsa plástica recogía lo que la gente le quisiera dar.
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En una que va y otra que viene, el famoso animador de tele, Luis Fernando Crespi, lo descubrió en la calle y lo invitó a su programa "Noches Millonarias del 4", que se transmitía por ese canal.
Y ahí despegó su carrera, todo fue pa' lante. Se convirtió en uno de los ventrílocuos más importantes del país y fuera de él con su inseparable pandilla formada por doña Yaya, Yiyo, Yoyo y Pipo.
Sus eventos eran un llenazo y estuvo como invitado en los programas de tele más exitosos de los finales de los años 80 y los 90 como el recordado "Siempre en Domingo", "Don Francisco", "El Show de Cristina", "Show de Jayme Bayly", entre otros.
Coco decidió en el 2005 dar un cambio a su vida y a sus espectáculos, luego de que se concentró más en su fe como cristiano. Fue así como el humorista pícaro y con doble sentido quedó atrás y subió al escenario con el propósito de compartir un mensaje de fe y esperanza.
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El creyente de que el matrimonio era para siempre tuvo otra dura prueba en el 2011 cuando después de 24 años de matrimonio se divorció.
Ahora vive "relax", viajando de allá para acá, y enfrentando la decisión que comunicó el pasado 14 de junio, que tras casi 35 años de carrera dejará de hacer presentaciones con su pandilla y se dedicará a nuevos proyectos ya que como dice Coco: "Siempre hay una nueva oportunidad para crecer, siempre hay esperanza".