Miss Puntarenas Gay a punta de vigorón pulsea nueva corona

Samantha Montiel quiere ganar la corona de Miss Costa Rica Gay 2018 a punta de vigorones.

El transformista, de 28 años, se animó a participar este año del concurso más importante de la comunidad LGTB del país.

El oriundo de Quepos participó en Miss Puntarenas Gay y al ganar el certamen obtuvo pase directo para participar en Miss Costa Rica Gay 2018, ya que la organización escogió este año a un representante por provincia.

Samantha comenzó en el arte del transformismo hace cinco años y además tiene una peluquería canina.

Sin embargo, el ser parte de las aspirantes a la corona se le sumaron más gastos y fue cuando se le ocurrió ponerse a vender vigorones.

"Tengo mi entrada con lo de la peluquería y ayudo a mi mamá y lo que entra de salario no lo puedo tocar para otras cosas. Y como yo vivo largo cuando viajo a San José para los ensayos y cosas del concurso me toca pagar pasajes, hospedaje y otras cosas", comentó.

La quepeña contó que se le ocurrió hacer los vigorones porque como representa a la provincia de Puntarenas quería elegir algo que sea emblemático de la zona.

"En Puntarenas el vigorón es de lo más representativo y pensé que se iban a vender bien porque en Quepos casi no se puede conseguir buen vigorón, y como a mí me gusta tanto me puse a vender", comentó.

Con lo del concurso, Samantha también tiene que sacar lápiz y papel para hacer números para comprar el vestuario que necesitará para lucir en la gran final que se realizará el 2 de marzo en La Avispa.

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Todos colaboran

Sin duda alguna un detallazo de la comunidad de Quepos, que conoce la trayectoria de Samantha, es que le han ayudado un montón con su sueño de ser la dueña de la corona 2018.

"Algunas verdulerías me regalaron algunas cositas para hacer el chimichurri, otros me prestaron el carrito para ir a venderlo, el tío de una amiga hace unos chicharrones deliciosos y ellos me los dieron. Uno siempre invierte, pero los amigos del pueblo, excompañeros del cole, y muchas personas más han colaborado", dijo muy agradecida.

La venta de vigorón es en la casa de Samantha pero también ofrecen servicio express.

Así que Samantha le pone bonito a la pedaleada porque agarra la bicicleta que tiene un canasta y ella misma lleva los encargos. Si es necesario, ya sea en moto o en carro que le prestan amigos, va a dejar los jugosos encargos.

La transformista contó que espera vender muchos para llegar bien equipada y tranquila a la final.

Además de los vigorones, también espera redondear las cuentas con la venta de unos números a ¢2000. Rifa varios premios, entre ellos un hospedaje en un hotel en Manuel Antonio.

El primer día vendió unos 60 vigorones y anuncia los días de venta en su cuenta de Facebook.