Andrew Wardle esperó 45 años para tener relaciones íntimas y cuando por fin pudo hacerlo cayó en coma.
Su historia se hizo célebre en el 2015 con un documental titulado “El hombre sin pene". En él, Andrew contaba cómo era haber nacido sin este órgano (por una rara malformación congénita llamada extrofia vesical) y que le había marcado de por vida, al punto que ni su novia ni sus amigos lo sabían. Pos si fuera poco, su familia biológica lo había dado en adopción. Por todo esto entró en depresión, pero a sus 45 años decidió darle vuelta a la situación.
A principios de este año, y tras varias operaciones, a Wardle se le implantó un pene biónico en una operación que duró diez horas. Basándose en el caso de otro británico, que perdió el miembro viril en un accidente y lo recuperó con una técnica innovadora, los expertos y cirujanos del Hospital Universitario de Londres, recrearon el órgano a partir de la piel, los músculos y los nervios que extrajeron de uno de sus brazos y utilizando una vena tomada de una pierna.
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Cuando parecía que todo estaba en orden y tras haber perdido la virginidad a los 45 años con su novia, Freda, tras la operación surgió un problema inesperado. Su pareja se encontró a Wardle inconsciente en el suelo de la habitación y los siguientes cinco días se los pasó en coma en un hospital. Allí, tras hacerle todo tipo de pruebas, descubrieron que el problema provenía de su vesícula biliar, que fue retirada mediante una laparoscopia.
Al final, todo quedó en un susto porque ahora este británico que vive en Manchester se encuentra recuperado y más feliz que nunca. Asegura estar entusiasmado con la posibilidad de tener hijos con su pareja tras recuperarse sicológicamente de un mal trago que le ha durado toda una vida.
Para él, los médicos hicieron un trabajo fantástico a pesar de las consecuencias del posoperatorio (tuvo que pasar dos semanas con una erección de prueba). El mecanismo, explicaban los doctores, de este milagro médico es muy sencillo ya que el pene “se hincha bombeado un líquido desde un pequeño saco instalado en el escroto”.