A los 15 años admiraba a Conchita Wurst, la diva con barba que ganó el concurso Eurovisión. Cinco años después, Bilal Hassani, otro ídolo gay, participará en el concurso europeo de música y en el que defenderá los colores de Francia.
Con sus pelucas, su maquillaje y su look a la Kim Kardashian –pero sin las curvas– Bilal Hassani se ha convertido en unas pocas semanas en una sensación en las redes sociales, en las que sufre también una avalancha de críticas homofóbicas y racistas.
“Estoy muy orgulloso de representar a mi país siendo cien por ciento yo mismo, a pesar de que hay gente que dice en Internet que no represento a Francia. Ser aceptado sigue siendo hoy un combate. Hay mucho odio”, afirmó el joven de origen marroquí.
Fanático de Beyoncé, Bilal Hassani se impuso el sábado gracias al voto de los telespectadores como el representante francés al Eurovisión con su canción "Roi" (Rey), un título que mezcla el inglés y el francés, en el que canta sobre la aceptación de uno mismo.
“Yo soy yo, y siempre lo seré. Soy libre, sí, decido sobre mi vida", dice la letra de este título con el que Francia apuesta repetir su última victoria en el concurso europeo que se remonta a 1977.
Este aficionado a las pelucas multicolores habla abiertamente de su homosexualidad y de su rechazo de las viejas ideas sobre la masculinidad. Toma prendas del vestuario femenino pero se afirma como un hombre.
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Además de su voz, su éxito se debe en gran medida a su personalidad, o lo que él llama su "fabulosidad.
Su canal YouTube fue inundado con mensajes de aliento tras su triunfo del sábado. “Quería agradecerte, aunque quizás no leas este comentario, pero gracias a ti he logrado tener confianza en mí mismo”, escribió un fan.
Pero además de la ola de apoyo, Hassani también ha tenido que lidiar con una violenta campaña de odio en línea.
El colectivo Urgencia Homofobia dijo que ha identificado “más de 1.500 tuits insultantes, discriminatorios o amenazantes relacionados con su orientación sexual y/o apariencia”.
El joven cantante intenta ignorar las críticas.
Bilal Hassani comenzó a tomar clases de canto y baile desde sus primeros años. A los 15 años participó en el programa de talentos infantiles "The Voice Kids".
Para su audición, optó por interpretar una canción de uno de sus ídolos, Conchita Wurst, la diva barbuda austriaca que ganó el Eurovisión en 2014.