Farándula

Mundo picante: 'LiGay' crece como la espuma en Brasil

Torneo de fútbol para homosexuales tiene 16 equipos afiliados y contando

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Douglas Braga dejó su hogar en la zona rural del sureste de Brasil cuando tenía 12 años, se mudó a Rio de Janeiro para perseguir el sueño de convertirse en jugador profesional de fútbol, algo que se vio truncado por sus preferencias sexuales y tuvo que dejar el deporte por 10 años.

Luego se enteró de LiGay, un movimiento de fútbol LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) que se ha extendido por todo Brasil desde que comenzó hace siete meses.

Douglas participó en el primer torneo oficial del grupo, el Champions LiGay, el pasado mes de noviembre.

Braga ahora juega para BeesCats Soccer Boys, el primer equipo de fútbol gay de Río.

El equipo fue fundado por André Machado, un nativo de Sao Paulo que había jugado con un equipo gay en su ciudad natal y se había sentido frustrado por la falta de opciones de juego cuando se mudó a Río. Alquiló un campo para probar la idea. A la primera práctica llegaron 15 personas. En el cuarto encuentro ya había 150.

“No hay una ley que lo prohíba, pero en Brasil hay una barrera social que, de hecho, prohíbe a los gais jugar. Ahora muchos están redescubriendo el deporte después de haber sido intimidados como niños”, comenta Machado.

Él vio la oportunidad de crear una liga formal. Buscó comunidades homosexuales en otras ciudades y, eventualmente, reunió a ocho equipos para ese primer torneo. Desde entonces, LiGay ha crecido hasta llegar a los 16 equipos y cuenta con jugadores de todos los rincones de Brasil. Los jugadores son casi todos hombres homosexuales y algunos son transgénero.

“Estamos alterando la joya de la corona de Brasil. Es uno de los ambientes más machistas y homofóbicos de este país, pero estamos haciendo que se conozca nuestra presencia aquí”, declara Machado.

El país ha visto una ola de crímenes de odio contra personas LGBT en los últimos años.

“En el contexto del fútbol se agrava aún más”, dice Luana Souza, profesora de psicología en la Universidad de Fortaleza que ha estudiado la homofobia en el juego.

“La idea de la masculinidad en Brasil está relacionada con el fútbol”, explicó Souza.

“Si Brasil está 15 años por detrás de Estados Unidos o Europa en cuanto a la aceptación de la homosexualidad y los derechos LGBT, entonces la comunidad futbolística de Brasil está 15 años más atrás”, recalca Machado.

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