Hace un año que Samantha Flores, una mujer trans de 86 años y reconocida activista mexicana, se propuso crear una casa hogar para los adultos mayores pertenecientes a la comunidad LGBT para que tuvieran un espacio seguro.
Después de un intenso trabajo de difusión y recaudación de fondos, Samantha logró conseguir el dinero para alquilar el local y al fin concretar su sueño de apoyar a los adultos mayores de esta comunidad que muchas veces son abandonados por sus familias a causa de la discriminación y además son completamente ignorados por la sociedad.
La fundación de Samantha se llama “Laetus Vitae A.C” (vida alegre, en latín) y acepta todo tipo de donaciones ya que la casa hogar funciona a base de estas, y aunque recientemente lograron pagar el local, aún necesitan recibir más dinero para mantener el lugar y ofrecer un espacio agradable para quienes lleguen.
Laetus Vitae recibe adultos que tengan de 60 años en adelante y actualmente tienen solo 2 huéspedes, pero el espacio puede alojar hasta a diez personas.
La idea es ayudar a que los adultos mayores de la comunidad LGBT que no tienen hogar puedan encontrar un lugar seguro para vivir cuando entran a la edad de oro.
En otras ocasiones, algunos son solitarios y no tienen quién los cuide si sufren alguna enfermedad.