El televangelista Jimmy Swaggart, cuya multimillonaria organización religiosa y su masiva audiencia televisiva se desplomaron tras escándalos relacionados con la prostitución, falleció a los 90 años.
La noticia de su muerte fue anunciada este martes a través de su página pública en Facebook. No se precisó de inmediato la causa, aunque se sabía que el pastor enfrentaba problemas de salud desde hace algún tiempo.
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Originario de Luisiana, Swaggart fue ampliamente reconocido como un carismático predicador pentecostal que alcanzó fama internacional, hasta que en 1988 fue captado por una cámara en compañía de una prostituta en Nueva Orleans.
Fue uno de varios líderes religiosos televisivos que cayeron en desgracia durante las décadas de 1980 y 1990 debido a escándalos sexuales. A pesar de la controversia, continuó predicando durante décadas, aunque con una audiencia mucho menor.
Swaggart resumió su caída en un emotivo sermón en 1988, durante el cual lloró y pidió perdón sin hacer mención directa al encuentro con la prostituta.
“He pecado contra ustedes”, declaró entre lágrimas a sus feligreses en una transmisión nacional. “Les ruego que me perdonen”.
Ese mismo año, anunció su renuncia a las Asambleas de Dios, poco después de que la iglesia informara que lo expulsaría por rechazar el castigo impuesto por “falla moral”.
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“Hoy, nuestros corazones están pesados mientras compartimos que el Hermano Swaggart ha terminado su carrera terrenal y ha entrado en presencia de su Salvador, Jesucristo. Hoy fue el día que ha cantado durante décadas. Conoció a su amado Salvador y entró en los portales de gloria. Al mismo tiempo, nos regocijamos sabiendo que algún día lo volveremos a ver. Durante más de siete décadas, el hermano Swaggart derramó su vida predicando el evangelio, cantando canciones de la fe, y señalando a millones el poder salvador de Jesucristo y el Bautismo del Espíritu Santo. Su voz resonaba a través de las naciones, su música ablandó los corazones, y su mensaje nunca cambió: Jesucristo y Él crucificaron. No era sólo un predicador, era un adorador, un guerrero y un testigo de la gracia y la misericordia de Dios. Era un hombre cuya fe era firme y siempre entraba por cualquier puerta que el Señor abriera. Y el Señor honró esa fe”, dice el comunicado que subieron sus redes.