“Me llevo muy bien con mi novia en muchas áreas, pero a veces no logramos ponernos de acuerdo en temas económicos. Ella viene de una familia de una posición muy buena y hay momentos en los que yo le propongo hacer alguna actividad, le pido que lo cubramos entre los dos porque mi presupuesto no alcanza y eso siempre le genera enojo. Dice que se siente frustrada de que yo le cobre las cosas. Eso no es así, yo creo que mi realidad es muy diferente a su realidad, pero ella no lo entiende y me ha dicho que en esta condición no puede seguir y me pidió tiempo”.
1. Lamento mucho que una relación que funciona en muchas áreas, por un desacuerdo en el manejo económico, tenga que terminar. Toda pareja tiene que establecer acuerdos económicos, relacionados con la realidad que van construyendo, de acuerdo con los ingresos que cada uno tiene, pues de ahí se deriva el aporte a una relación. Al margen de que una persona tenga más dinero, toda pareja tiene que revisar su presupuesto y medir sus alcances para definir qué hacer y cómo hacerlo, esto es solidaridad financiera. El presupuesto debe ser justo y equitativo, de forma tal que se dé una visión equilibrada.
2. Creo que cuando hay ingresos en ambos miembros de una relación, aunque haya diferencias cuantitativas, debe existir una visión de aporte en todo, en recreación, ahorros, planes de crecimiento y presupuesto general de vida, pues en la justicia financiera se establece equilibrio para poder crecer como pareja.
3. El problema no está asociado a que usted tenga un ingreso menor o que su familia tenga un origen de menos recursos, el problema crece cuando demandamos que nuestra pareja se ajuste a expectativas que se derivan de la historia familiar de origen, esa hoy no es su realidad, la realidad económica de una pareja la definen ambos, a partir de lo que cada uno tiene y aporta a la relación.
4. El tema es la falta de solidaridad y ubicación en la realidad que ustedes dos están construyendo. Toda relación está llamada a la transparencia financiera, al equilibrio en el aporte y a una sana distribución de los costos operativos y los gastos de una relación.