“No puedo perdonar a mi papá por haberse ido de la casa. Tampoco perdono a mi hermana, que tiene una relación muy cercana con él. Ella me dice que hay que perdonar, pero yo no puedo, el rencor me ayuda a estar distante de él y de ella”.
1. Caminar por la vida con resentimientos puede hacer que sus pasos se vuelvan pesados o se estanquen en la desesperanza o la tristeza profunda, cosa que no es sencilla de dejar atrás. Quizá su dolor sea mucho, pero tomar distancia por rencor no repara las cosas ni ayuda a construir la paz. Usted tiene derecho a tomar distancia, pero basada en el rencor no es la mejor ruta.
2. El rencor muchas veces la pone frente a una película cargada de escenas tristes y dolorosas, donde tiene imágenes, momentos, palabras, expresiones o frases que la han herido profundamente y que la mantienen recordando situaciones dolorosas. Le pregunto: ¿Qué sentido tiene? ¿Qué le aporta insistir en mantener en su corazón estas tristezas? ¿A dónde la lleva? ¿En qué posición la deja?
3. No es tan sencillo como decir: “no me importa”, pues a veces las personas que más se aman son las que más daño causan. Hay personas en las que se suele confiar ciegamente y al final la pueden traicionar.
4. Pero la vida no se puede vivir con esta carga, porque cuando su visión se torna oscura perderá los colores de la vida. El rencor es una posición existencial que limita el creer en la esperanza, mina sus fuerzas y la hace creer que las cosas ya no tienen sentido.
5. Repase cada momento que ha perdido mirando hacia atrás con tristeza. Cuando se deja de mirar la vida con esperanza se opta por la tristeza, la cual estanca sus sueños, paraliza sus ilusiones y se agotan las convicciones para abrazar la vida y sus caminos con motivación, fuerza y compromiso. ¿Va a dejar que el rencor sea el rector de cada capítulo de su vida?