“Mi pareja y yo decidimos no tener hijos, pero con mi familia es muy complicado. Mi mamá es muy manipuladora, soy la única mujer de cuatro hijos, entonces me dice que mis hijos son los que ella va a poder tener más cerca. Mi pareja ya se operó, pero me preocupa mucho la reacción que pueda tener ella cuando se dé cuenta, será todo un drama ya que me ha costado mucho que respete mis decisiones a lo largo de mi vida”.
1. Lo más importante para un adulto es definir qué quiere y cómo lo quiere en lo que respecta a su proyecto de vida. Este es un proceso que requiere absoluta libertad y el respeto de los demás. No podemos vivir en el guión de vida de las presiones sociales o familiares.
2. Todos somos libres para tomar decisiones en el tanto sean para crecimiento personal y procurando la estabilidad emocional necesaria que nos permita tener claridad para trazar nuestros objetivos. Nuestras decisiones no pueden afectar a otros seres humanos de forma negativa y en nada afecta a otras personas que usted no quiera tener hijos. En un tercer nivel, las decisiones son autónomas, independientes y simplemente se ejecutan, por encima de lo que los demás puedan pensar.
3. Creo que usted y su pareja están en todo el derecho de decidir si quieren o no tener hijos, no hay que hacer un ritual de esto. Si ella es una persona difícil y se siente muy mal por esto, pues que busque terapia para que resuelva este conflicto, porque no se pueden arrastrar los problemas emocionales de otro ser humano, ya que no están en nuestro control.
4. Nosotros no podemos fastidiar a otro ser humano, simplemente porque creemos en ciertas cosas, o vemos la vida de determinada manera. Esto será siempre un grave error, así que la invito a seguir su proyecto de vida, si es del caso buscar terapia, para aprender a manejar estos temas.