El buen periodista de Repretel, Andrés Ramírez, está sufriendo, así como muchos romeros, las consecuencias de la caminadota de fe que hacen los ticos antes de cada 2 de agosto.
Al comunicador le encomendaron hacer la romería junto con un grupo de personas que vienen desde Tilarán y ahora el montón de kilómetros a pie le están pasando la factura.
En sus redes sociales, mostró cómo le curaban las ampollas que se le habían hecho en ambos pies, clara muestra de que no está haciendo trampa y se está sacrificando por el trabajo.
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La mayoría de los comunicadores espera a los romeros en Ochomogo o los graba en diferentes trayectos, se monta al carro y luego los topa en otros lados. Pero Andrés se tomó en serio su trabajo y ha caminado paso a paso junto a los romeros.
Bien por Andrés, pues se nota que es muy entregado a lo que hace. Eso sí, ojalá que cuando ya cumpla con su labor sus jefes le den al menos un par de días para recuperarse de la breteadota que se pegó.
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