Más de 300 golpes, 77 levantines y dos atropellos de caballos son solo una muestra de que José Alberto Román Fernández, conocido como Pity, está como hecho de hule. Después de todo eso, el hombre sigue contando el cuento.
El improvisado puso un pie en el redondel de Zapote por primera vez el 25 de diciembre de 1981 y desde entonces nadie lo saca. Ni siquiera los cachudos que, sin duda, lo han intentado muchas veces.
Según datos del estadígrafo Álvaro Zamora, Pity es el torero más golpeado por los animalotes en la arena. Está por delante de experimentados como Shakira, El Diablo y El Che, quienes también se han llevado su buena cantidad de sopapos.
"Lo que él hace nadie lo hace, el peligro es demasiado", dijo Zamora.
En esta temporada los toros lo agarraron dos veces, suficientes para que los compañeros decidieran mantenerlo alejado de la arena por unos días.
Nadie lo mueve
Su costumbre de sentarse a un lado de la barrera cada vez que sale un toro le costó muchos de esos golpes, pero la valentía nunca se le quitó.
Esa ocurrencia le causó varias operaciones, un estómago artificial, un pulmón perforado y muchas visitas a la Cruz Roja, donde ya lo tienen requeteconocido.
Durante esta semana estuvimos buscando al improvisado hasta por debajo de las piedras y nunca apareció pero sus compañeros dejaron ver que el hombre es muy querido y admirado en el redondel al que, incluso, podremos ver en una película que hizo Juan Manuel Montero.
Pity también tiene el récord de haber sido protagonista del levantín más alto en este nuevo redondel, que este año cumplió una década. Fue el 25 de diciembre 2008 y el encargado de ponerlo en los aires fue El Cangreja, de la ganadería 3X. En aquel momento, el animalote se encontró en la salida al improvisado, lo embistió y lo levantó cerca de 4 metros.
La revolcada más reciente se dio el 28 de diciembre del año pasado cuando el toro El Chicky, de la ganadería de Chemi Jiménez. Este cachudo lo golpeó varias veces y lo mandó a la Cruz Roja. Al rato ya andaba en la arena como si nada le hubiera pasado.
Historia de desamor
En una película llamada "Soy improvisao", que realizó el director nacional Juan Manuel Montero, se cuenta la historia de Román y de otro par de toreros que arriesgan sus vidas en cada corrida.
El cineasta contó que cada uno de los personajes le impactó y que con mucho esfuerzo y buen tacto pudo entrar a la vida de ellos.
"La historia de Pity es bastante dura. No sé si ahorita esté igual pero cuando hicimos la grabación él nos contó que ingresó al redondel por despecho por una chica que le dejó a los 18 años y a partir de eso buscaba autolesionarse", dijo.
"Esta mujer, Xinia, es el motor que lo llevó a él estar ahí adentro. Él decía que quería quitarse la vida pero de manera fortuita, no hacerlo directamente. Incluso durante la grabación lo intentó y como no lo logró, a partir de eso se dio cuenta que tiene una misión en este mundo y ahora disfruta de una manera diferente", aseguró.
Según Mario Guadamuz, líder de los improvisados, no hay otro torero que se arriesgue tanto como lo hace el pequeño personaje.
"Es un hombre que, como dirían por ahí, los tiene bien puestos. Es de las personas más valientes que he conocido", dijo Guada.
A pesar de que pareciera no sentir, Guadamuz afirma que en los últimos años ha visto un "Pity" más tranquilo a la hora de enfrentar a un toro.
"Siempre anda de cerca, pero por lo menos ya sabe que la vida no se puede arriesgar así porque así. Sabe que la edad que tiene ya no le permite tener la reacción de hace unos años. Esta vez, aunque ya lo agarró el toro, creo que él ha visto que sus capacidades disminuyeron un poco", aseguró Guadamuz.