¿Qué se puede hacer con una persona que solo dice: a mí no me da la gana?
1. Es una gran pregunta y la respuesta es dura si a la otra persona no le da la gana aportar, escuchar, modificar, crecer y demás, a pesar de ser algo que trae beneficios en el amor, las finanzas, el trabajo, en la casa, en su vida de pareja o familiar. Así van por mal camino y la relación se va a enfermar. Son muy difíciles las relaciones interpersonales cuando se establecen relaciones con personas que ante cualquier situación lo primero que hacen es crear complicaciones.
2. Es duro y resulta irónico que alguien hable de amor, ganas de estar juntos y de sueños, pero no haga nada más que soñar, mientras sus acciones son incompatibles con el amor sano, entendido este como construcción, aporte, apertura y creatividad. ¡No se puede crecer en la oposición, descalificación o la parálisis!
3. Ubicarse en la oposición desestimula querer estar en una relación, pues no hay forma de encontrar en el entretenimiento, en la cama, en la expresión de afecto, cuando la contraparte no le da la gana. Claro, no se trata de ceder para llevar la fiesta en paz, se trata de escuchar para evaluar si hay algo que podría hacerse mejor, en virtud de estar en paz a nivel interior o interpersonal. Quedarse en el camino de la oposición no tiene sentido, pues se opta por una vida cargada de tensión, temas no resueltos que van matando la cercanía y esto va crear frustración a muchos niveles.
4. ¿Usted qué piensa de esto? ¿Su forma de ser suma o resta paz a la relación? ¿Su forma de reaccionar contribuye a estar mejor o peor? No se puede decir con el paso del tiempo: “no sé qué paso”, esto se responde con mirar lo que ha hecho o dejado de hacer. La respuesta para saber si el amor es sano está en la conducta, en lo que se ve y se siente todo los días. En la oposición se cultiva el desamor.