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Ramos de apoyo: Aprendamos a identificar factores de alto riesgo en nuestras relaciones: ¡Cuidado con el enojo!

Rafael Ramos, psicólogo

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“Mi pareja se enoja por todo, se irrita todo el tiempo, es muy difícil porque no hay diálogo y todo son gritos y ofensas”.

El enojo en la vida de pareja, sea que se provoque en el interior de cada miembro o que surja por la dinámica propia de la relación, puede ser visto no como algo que se tenga que evitar a toda costa, sino todo lo contrario, es un indicador de que algo anda mal o que algo podría ser mejor.

El enojo como indicador emocional de la vida de pareja podría ser indicador que la pareja, por fallas en la comunicación, ha entrado en un ciclo represivo o violento en el que no se habla abiertamente de lo que cada uno piensa, siente y quiere, y por tanto, lo que se da es un incremento en la tensión y esto lleva a la explosión.

A mí me gusta hacer una diferencia entre el enojo y la ira:

El enojo surge de una sensación de incomodidad o es el resultado de un proceso de frustración o tensión. Éste puede surgir por lo que la persona piensa y siente respecto a lo que está pasando en su entorno y no tiene por que ser manifestado mediante gritos, palabras de descalificación o llevar a la persona a una descompensación.

La ira, por el contrario, es el enojo desmedido en el que no media la razón, sino que todo es una reacción, se grita, se ofende o se hiere sin mirar las consecuencias que esto pueda tener sobre el otro; es decir, se cae en actos claramente violentos.

Si una pareja o un miembro de ella siente que se irrita con frecuencia, el enojo es una de las emociones con las que más se relaciona, debe detenerse y preguntarse: ¿desde cuándo y por qué se está sintiendo así?. Debe llevar la reflexión a la búsqueda de la solución.

La persona que cae en ira o enojo es la que debe identificar el detonante y observar si es que sus expectativas no son reales o si es poco tolerante, o si es una persona inflexible. ¡Debe buscar ayuda!

Lo cierto es que el enojo marca un proceso que debe mover a la pareja a evaluar cómo está su relación, a revisar el estilo de comunicación, debe ser un punto de partida, y no, como lamentablemente pasa en muchos casos, un punto de llegada.

El enojo es una emoción que debe vivirse dentro del marco del respeto, la tolerancia, reflexión y debe convertirse en un motivo para el cambio, no un arma de batalla. Es una emoción que exige consideración y apertura para que ambos puedan lograr un ajuste sano y evitar que la relación se cargue de dolor, heridas o resentimientos.

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