“No hay forma de que pueda hablar con mi esposo pues cada vez que lo intento se molesta, grita y tira puertas. No soy una mujer dependiente ni complicada, pero con él no se puede hablar. Por ejemplo, cuando trato de hacerle ver cualquier cosa él es ofensivo y vulgar y ya no quiero tener nada con él, al final del día me pide sexo y yo no puedo en esas condiciones, por lo que me dice que se va a buscar a otra y terminó teniendo sexo con él para que no me moleste”.
1. Usted tiene una estructura de comunicación complicada porque la conducta que describe es compatible con la de un agresor que la sujeta a un proceso emocional muy complicado.
2. Cuando una persona tiene las conductas descritas y la sujeta a conflictos constantes, el tema no se puede pasar por alto. Usted debe buscar ayuda porque la situación es delicada, pues tiene que callarse, ajustarse a los requerimientos y demandas de una persona que bloquea la comunicación y establece una serie de conductas compatibles con los criterios de violencia.
3. Cuando una persona bloquea la comunicación y desarrolla un grupo importante de conductas con un sello de violencia, se debe buscar ayuda sicológica y legal. Si su pareja se niega a buscar ayuda, hágalo usted y analice alternativas porque no se puede vivir bajo este esquema.
4. Una relación sana exige respeto, prudencia y buen trato para que haya una vida armónica que les permita realizarse en el tanto hay un trato digno, decente y adecuado.
5. Si su esposo insiste en todas estas conductas su relación tiene un pronóstico reservado y atenta contra su estabilidad sicológica. El amor no da para tanto así que analice muy bien las cosas. Busque ayuda terapéutica, no se sujete a los caprichos emocionales ni a las conductas violentas que forman parte de su relación.