Farándula

Ramos de apoyo: ¿Cómo identificar un noviazgo de alto riesgo?

Rafael Ramos, psicólogo

EscucharEscuchar

Toda persona que inicia un proyecto de vida con otra persona tiene una expectativa universal: “que sea agradable, que funcione, que la relación sea positiva y constructiva”, de manera tal que se pueda construir un proyecto de bienestar en cuanto al amor se refiere.

Ahora, ¿cómo identificar un noviazgo de alto riesgo? Cuando se conoce a otra persona debería haber un proceso que implique algo más allá que la atracción.

– Primero: Tener clara convicción.

Bajo ninguna circunstancia podemos desarrollar una expectativa afectiva entorno a una persona cuyas expresiones sean incoherentes, contradictorias, ambivalentes, es decir, si una persona te dice “me gustas mucho pero no estoy listo para una relación, pero igual démonos la oportunidad”, desde esta perspectiva, entonces, ¿qué significa “me gustas”?, ¿qué significa “no estoy listo”?, ¿qué sentido tiene un conjunto de emociones o expresiones bajo el contexto de no estoy listo?

– Segundo: Sobredosis de afecto desde las primeras etapas.

Cuando desde las primeras etapas uno o ambos miembros de la relación rápidamente pasan del “me gustas, al te amo”, “quiero una vida contigo y me fascinas”. Este proceso nos lleva a hacer múltiples promesas y rápidamente se enfrascan en relaciones con niveles de compromiso muy altos e intensos que tienen una base frágil.

Si a los pocos días o semanas ya lo aman, a esto tenemos que tenerle muchísimo cuidado.

– Tercero: Exclusividad excesiva en las primeras etapas.

Cuando conocemos a alguien y de un momento a otro ésta persona sólo gira entorno a nuestra agenda, a nuestro tiempo o de igual manera usted conoce a una persona y rápidamente todo su mundo es él o ella, vamos por mal camino. Esto refleja un patrón motivacional aprensivo que podría llegar a ser un indicador de un estilo afectivo absorbente.

– Cuarto: Estructuras de comunicación complejas.

Si desde las primeras etapas, se experimenta:

– Una fuerte tensión a lo interno de la relación.

– Bloqueos en la comunicación.

– Estructuras comunicativas explosivas y complicadas.

– Silencios dramáticos que evaden los temas.

– Expresiones de victimización o manipulación que lo hacen sentir culpable.

Desde esta perspectiva, difícilmente el pronóstico de esta relación será positivo.

– Quinto: Patrones de celos, control, expresiones absorbentes y demandantes.

Un noviazgo sano, en realidad cualquier relación humana, debe partir del principio de respeto a la vida y el entorno social de la otra persona.

El respeto a su intimidad y su individualidad es un principio irrenunciable en las relaciones humanas. En principio, el fundamento de una relación es que haya dos personas realizadas y equilibradas para sentirse seguras de sí mismas y de su pareja.

– Sexto: Inestabilidad recurrente.

Ambas personas tienen que tener la capacidad de administrar sus emociones sin crear complicaciones, bajo ninguna circunstancia se puede tolerar un proceso de inestabilidad, por ejemplo, una persona hoy esta eufórica, mañana está irritada, al día siguiente te habla todo el día, después te ignora o actúa con indiferencia, un día te carga de detalles y al día siguiente se percibe su ausencia.

– Sétimo: Progresividad y consistencia.

La consistencia debe estar presente pues no se puede ver viable una relación con una persona cuya estructura es ambivalente, hoy quiere y mañana no. La progresividad en el acercamiento y la consistencia de la propuesta tiene que ser clara, no se pueden evadir como criterio fundamental de selección.

– Octavo: Tendencia a descalificar su punto de vista.

Hay personas dentro del marco de una relación que tienen una fuerte y clara tendencia a hacer múltiples demandas emocionales y afectivas sin medir lo que dicen o hacen y frente a la frustración suelen descalificar tus opiniones sin considerar el argumento o las conveniencias e inconveniencias de sus reacciones o posturas. No se puede tolerar en la construcción de una relación que el otro u otra descalifiquen sus argumentos o posiciones respecto a un tema.

– Noveno: El factor tiempo.

Un elemento importante para la consideración de la posibilidad de una relación con alguien es que tenga tiempo para compartir y construir la relación. ¿De qué sirve estar con una persona que dice querer estar con nosotros, conocernos o establecer una relación de pareja si de pronto no tiene tiempo?

Décimo, definir un mundo común sin asilarse de los demás.

Un noviazgo sano tiene que desarrollar una cultura de pareja, es decir:

– Definir actividades.

– Días para verse.

– Hablar de finanzas para hacer planes.

– Buscar actividades de beneficio y disfrute para los dos.

– Coordinar una integración sana y positiva con el entorno familiar y social de ambos.

– Respetar acuerdos y espacios para compartir en pareja así como, para compartir con otras personas.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.