"Doctor, estoy con una persona y no soy feliz. Tenemos una relación de convivencia, sin que pase nada bonito. Hace mucho tiempo no somos pareja, no somos amantes, pero yo me pregunto, ¿por qué no puedo dejarlo? Estoy hace mucho tiempo conociendo a otra persona que ha tenido la paciencia para esperarme, sé que me quiere, está ahí, pero que ya no puede más. Me dijo que iba a continuar con su vida, tengo una semana de no saber nada de él, le doy la razón. Mi pregunta es ¿por qué yo estoy pegada en una mala relación?".
1. Es difícil responder su pregunta de por qué usted está pegada en una relación que no la hace feliz. Creo que es algo que usted tiene que revisar desde la posibilidad de hacer una terapia, para determinar las razones por las cuales usted sigue ahí, aun cuando tiene claro que solo son como habitantes, no una pareja.
2. Ahora, el tema no es preguntarse qué pasa con su pareja, o qué pasa con el otro muchacho, el tema es qué pasa con usted, que teniendo tanta claridad, se permite estar en un proceso que no la hace plena, que no termina de separarse, pero tampoco busca soluciones con su pareja, toda persona tiene que cerrar los ciclos de dolor, para abrirse a nuevas posibilidades, en lugar de ir viviendo felicidades a medias.
3. Siempre dicho en esta columna, que cuando las tristezas son constantes y frecuentes, y optamos por esperar, sin saber por qué es que estamos esperando, para qué estamos esperando. Hay que preguntarse, ¿esto es motivo suficiente para tomar nuestro sentir, nuestro pensar, nuestra historia y todos los hechos en serio?, porque vivir experimentando dolor es una enorme pérdida de tiempo.
4. Espero que en su reflexión no se derive de haber perdido la posibilidad de estar con esta otra persona, sino que sea el resultado de confrontarse a sí misma, para replantear su vida, para buscar su felicidad. Esto únicamente depende de usted, así que hágalo pronto, porque cada minuto que se pierde entre dudas y contradicciones es un minuto menos de felicidad.
5. Tomar decisiones, orientadas a estar bien, es un proceso que cada persona debe asumir como un eje fundamental de la vida, quedarse viendo cómo pasa el tiempo, y darse cuenta que la vida no termina de ser satisfactoria, no debe mover tristeza, que a veces nos paraliza, sino que debe mover el deseo de tomar decisiones.