“Estuve en una relación de mucha agresión, maltrato, alcohol, infidelidades y violencia a muchos niveles, pero ahora que logré salir y velar por mí, él me sigue buscando. Ha hecho de todo, llama a mi familia, me persigue en su carro y aparece en mi trabajo. Le dicho que ya no quiero seguir y él me dice que tengo que entender que le pertenezco y que no voy a ser de nadie más. Mi mamá me ha dicho que él pasa muchas horas dentro de su carro cerca de mi casa y cuando salgo espera a ver a qué hora llego. Todo esto me tiene muy tensa”.
1. Las estadísticas de violencia de nuestro país demuestran una realidad muy triste, la violencia existe y asociada a este proceso muchas veces no se denuncia, ya sea por la víctima como por su entorno familiar o social. Usted debe de denunciar.
2. Usted describe una relación tóxica, con violencia, alcohol, celos y maltrato a diversos niveles. Con la ruptura usted habla de que él la llama, insiste e invade su espacio social familiar y laboral y que controla sus horarios y actividades.
3. La forma de actuar de su expareja es compatible con niveles de funcionalidad de alto riesgo, así que le recomiendo buscar un sicólogo para que inicie un proceso de terapia urgente. Además busque la asesoría legal pertinente y acuda a denunciar estos actos de violencia.
4. Si permanece en silencio, evade, cierra los ojos y mantiene el miedo, se perpetúan los mecanismos de violencia intrafamiliar. Es hora de armarse de valor. Recuerde que el miedo no resuelve nada y no le ayuda a romper con estos círculos de violencia. Apóyese en sus amigos, en familia y también en el aparato judicial de nuestro país para que pueda sentirse una mujer libre de estos niveles de violencia y hágalo pronto.