"Tengo una relación con una mujer de mi edad (43 años) y hace tres años decidimos pedir bebé. A partir de ese momento, ella cambió totalmente, no deseaba que la tocará y me dijo que solo íbamos a tener un hijo. Empezó a hacer una campaña de autodesprestigio, ya que dice que es una señora vieja con canas y arrugas y que no tiene nada que enseñar. Obviamente esto me ha creado desilusión. Este año me ha hecho varios reclamos airados e injustificados por situaciones fuera de mi control, ya que trabajo, cuido de su madre, a un hermano discapacitado. El miércoles pasado fuimos a caminar, se puso brava y me dijo que nunca esperó quedar embarazada y terminó la relación".
1. Creo que más allá del tema del embarazo hay una estructura de comunicación poco sana, debido a un conjunto importante de temas emocionales que pareciera no han sido resueltos. Ustedes son candidatos para una terapia de pareja.
2. Si ella ha presentado cambios a partir del embarazo y lo califica como un embarazo no deseado, que le ha afectado su autoestima es de esperar que haya rechazo sexual, distanciamientos afectivos y expresiones fuertes, no obstante. Es importante que busquen una mediación terapéutica que les permite integrar todos estos procesos.
3. El punto no es presionar con respecto a la vida sexual, sino comprender cómo el impacto del embarazo, y de los problemas familiares, las dificultades laborales y económicas que describe pueden tener un efecto depresivo, o nostálgico, que se puede convertir en un proceso que incrementa el estrés y la irritabilidad. El reto es hablar con prudencia y optar por una comunicación tranquila para evitar conflictos.
4. Ustedes se montaron sobre el barco de la paternidad y la maternidad y no sé si se van a separar o no, pero es importante que asuman la decisión tomada. Deben darse tiempo para digerir todos los temas asociados a la crisis, porque estamos hablando de situaciones que tienen que ver con la autoestima, la integración familiar, la autopercepción, los miedos y los prejuicios, que pueden llegar a afectar el equilibrio sicológico tanto de su pareja como de su sistema de vida.