“Mi esposa y yo hemos terminado varias veces por problemas muy graves, ya que ella mantiene contacto con su exnovio y me ha dado vuelta varias veces. La última vez estaba fuera de San José por trabajo y lo metió en la casa un fin de semana, me di cuenta y tuvimos una gran discusión. Quería firmar el divorcio, pero ella dice que se hizo cristiana y fuimos a hablar con el pastor, quien me dice que no le puedo dar la espalda a mi esposa ni a mi matrimonio y mucho menos a mis hijas, porque la tengo que perdonar y que de lo contrario me alejaré de las bendiciones de Dios”.
1. Soy profundamente respetuoso de la espiritualidad, la fe o la religiosidad de todos los que leen esta columna, así que si usted considera que lo que le propone el pastor es razonable, es por un tema de su fe. Al menos me permito cuestionarle, para que busque una segunda opinión espiritual para validar el consejo que le dieron.
2. Respeto lo que su pastor le dice, pero afirmar que Dios le va a dar la espalda si no la perdona, me parece una impresión subjetiva que no considera el perfil de inestabilidad que tiene su relación.
3. Cuando hay un patrón constante y creciente, no basta el afecto para establecer un proyecto de vida que tenga estabilidad en la comunicación, el afecto, el sexo, en las finanzas, entre otras.
4. Le recomiendo que busquen terapia de pareja, validen las conductas, las formas de pensar, los hechos y determinen qué es lo más conveniente para ustedes.
5. Si una persona no hace una modificación integral a nivel sicológico es posible que su conducta no cambie y que estos procesos se tornen cíclicos. Si fuera un tema solo de amor, las parejas no tendrían problemas, pero cuando hay conductas que marcan una clara tendencia a la disfuncionalidad, se debe buscar a fondo qué es lo que sucede para resolverlo y enfrentarlo.