Escuchar“Estimado doctor, mi esposa me propuso el divorcio pues dice que yo soy una persona insoportable. Sé que tengo problemas de carácter y de celos, pero el tema es que ella no reconoce que también es difícil y me culpa a mí de todo. También es cierto que ella me propuso muchas veces buscar ayuda y yo no quise, pero es porque no creo en eso. Ahora ella se quiere divorciar y no le da la gana darme una oportunidad. Creo que ella está en la obligación de reconsiderar las cosas porque estamos casados y tiene que darse cuenta que esto tiene que ser una decisión de los dos, no solo de ella”.
1. Estimado amigo, lamento mucho la situación que está pasando, pero a partir de lo que usted escribe, creo que hay varios errores que debe revisar.
a. Usted dice que ella tiene que darle una oportunidad. Ahí hay un grave error porque nadie tiene que dar algo en una relación de pareja simplemente porque el otro lo exige.
b. La imposición y la intransigencia alimentan el conflicto, aunque la propuesta pueda ser positiva. Cuando las cosas se hacen de esta manera simplemente se va en contra de la voluntad de otro ser humano.
c. Si usted no abre la mente con esta posición, creo que es poco lo que pueda lograr.
2. Ahora, si usted reconoce que tiene un problema, por qué entonces insiste en culparla a ella. Puede que ella tenga muchas cuotas de responsabilidad en este proceso, pero culparla y señalar tampoco ayuda en nada.
3. Mi pregunta es: ¿por qué reconoce que el problema lleva tiempo entre ustedes y hasta ahora quiere hacer algo?, ¿por qué esperar a que ella dijera ya no más? A veces es demasiado tarde.
4. Usted quiere resolver y afirma que ella tiene que darle la oportunidad, ¡cuidado! El amor no es una obligación. La imposición, cuando hay un contexto de complicaciones emocionales importantes, puede afectar aún más la relación.
5. Cuando una persona en el ejercicio de su voluntad y libertad individual decide que no quiere un estilo de vida al lado de una persona, por la razón que sea, la imposición se convierte en una estructura de agresión y puede que usted tenga razón, debería existir una posición más conciliadora, pero hay momentos en los que el daño emocional es tal que esa posibilidad es inexistente.
6. Lamentablemente, a veces se toma muy tarde la decisión de buscar ayuda cuando a raíz de la historia de vida, el desamor y el desánimo han ganado la partida, por tanto, la conclusión lógica derivada de una suma de hechos es que una persona ya no quiera nada más, es lo esperable. Le recomiendo que busque ayuda, revise su forma de pensar y actuar porque me parece que tiene una posición que requiere ayuda profesional.
