“Terminé una relación, pero mi expareja no me deja en paz, me llama, me busca, me hace reclamos y me persigue. Lo tengo bloqueado en todo, pero sigue molestándome”.
Terminar una relación puede ser un proceso realmente incómodo, cargado de confusión, culpas y miedos, pero es aún más complejo cuándo la otra persona no deja en paz a su ex.
¡Cuidado con esto!
1. Si sale con alguien y el ex se aparece.
2. La busca con un “volvamos” e insiste, pero lo hace tan solo para volver a la cama, luego se pierde. Además es celoso, ejerce control y no hay propuestas. ¡Cuidado!
3. Nunca llama, pero si sabe que va a salir aparece haciendo reclamos y se siente con derecho de cuestionar su vida.
4. Todo el tiempo está metido en el Facebook. ¿Por qué no lo borra de una buena vez si es su ex?
5. Su ex le pasa preguntando a su familia o amigos a dónde va, con quién va, qué está haciendo. ¿Por qué tiene que permitir esto?, es su ex y no hay por qué darle explicaciones.
Terminar es asumir que todo llegó a su fin, por lo tanto no cabe la comunicación sexual o afectiva, mucho menos darse cuentas de lo que hacen, perseguirse o cuestionarse.
En algunos casos se puede incurrir en acoso sicológico y sexual y hasta se pueden llegar a dar expresiones agresivas, violentas, que sujetan a uno de los dos en posiciones de control y coacción.
Si usted terminó esa relación es hora de que inicie una nueva vida, sin olor a pasado porque esto es como tener un pie afuera y otro adentro, lo cual no tiene sentido, porque estar de forma inestable, confusa y ambivalente no tiene sentido.
Si su ex no la deja en paz, la acosa, la cela, la controla, la maltrata verbalmente, sicológica, sexual o físicamente, usted debe denunciarlo y buscar ayuda.