Farándula

Ramos de apoyo: ¿Qué ganas con estar a la defensiva?

Rafael Ramos, psicólogo

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Hay personas que no importa lo que se les diga o la forma en que se les diga algo, siempre reaccionan a la defensiva, andan en modo irritable, hiriente, hacen grandes e importantes conflictos interpersonales.

Cuando una persona es muy reactiva, es explosiva o vive a la defensiva, está en la obligación de detenerse a pensar por qué actúa de esta manera. Y hay muchas razones:

– Posiblemente sea una persona profundamente insegura, por tanto, cree que debe defenderse de todos.

– En el fondo podría haber algo de arrogancia, por tanto, no acepta una crítica constructiva.

– Hay personas egocéntricas que pretenden tener la razón siempre.

– Hay quienes tienen un perfil profundamente inflexible y quieren que las cosas sean a su estilo sin considerar el punto de vista de los demás.

– Otros simplemente se han acostumbrado a reaccionar de esta forma sin analizar si vale la pena o no tanto desgaste emocional.

Lo cierto es que, cuando se camina a la defensiva, la probabilidad de tener diferentes roces interpersonales es más alta. Existen personas que reaccionan mal todo el tiempo y para los demás resulta muy frustrante toparse con personas así ya que con ellos no se puede hablar, suelen ser hirientes, sin reparo alguno, dicen lo que piensan sin pensarlo, por tanto, causan dolor u otras molestias.

En fin, caminar a la defensiva solo produce pérdidas emocionales y daña tus relaciones interpersonales pues esto definitivamente, lejos de crear una estructura positiva, causa un desgaste continuo, que provoca grandes y profundas desilusiones.

Ante una persona así, lo único que queda es alejarse porque como la persona siempre está a la defensiva, dialogar, analizar o proponer es imposible, esto porque la escucha es deficiente, son personas que están predispuestas al conflicto, lo cual entorpece la posibilidad de sostener un diálogo constructivo y positivo.

– ¿Por qué está siempre a la defensiva?

– ¿Por qué le cuesta tanto escuchar?

– ¿Por qué se ofende por todo?

– ¿Por qué tiene que hablar sin pensar?

– ¿Por qué no mide el efecto negativo de sus palabras?

Nada le aporta a la vida estando siempre a la defensiva pues hace frágiles las bases para tener una relación contigo.

Recuerde, el tema no es lo que le diga los demás, es su capacidad de reaccionar de forma adecuada y sin lastimar, lo que puede sumar a mantener sus relaciones sanas.

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