"Tuve dos relaciones, prácticamente de 10 años cada una. Ninguna sirvió para nada pues fueron relaciones muy difíciles, con mucha agresión de todo tipo, pero logré salir de ambas. Pasaron algunos años, me quedé sola y me dediqué al trabajo, a cuidar a mis papás y a mis hijas, pero ahora apareció una persona y tengo mucho miedo, porque es muy dulce, tierno, caballeroso, sensible, cercana y me parece mentira estar viviendo una relación así. Me siento muy feliz y ya llevamos un año, él me propuso que pensáramos en formalizar más la relación y realmente tengo mucho miedo. No tengo quejas con él, pero tengo mucho miedo".
1. Estimada amiga, si pasó 20 años de su vida a la par de personas que le causaron heridas emocionales de consideración, por la agresividad que usted menciona, es muy normal que ante la posibilidad del amor usted sienta miedo.
2. Ahora, lo importante de este proceso es que usted observe y vea la realidad. Si su actual pareja tiene un patrón de conducta que le parece positivo, maduro, estable, cercano, cálido, en fin, la está pasando bien, son estos hechos los que deben pesar para la toma de sus decisiones.
3. Ustedes llevan un año juntos, es muy posible que por el rango de edad de ambos, haya una fuerte tendencia a formalizar la relación, pero no corran, un año es un tiempo breve para tomar decisiones a este nivel, vayan despacio.
4. Pero, ir despacio no significa evadir la realidad, todo lo contrario, es tomar decisiones, abrirse a nuevas posibilidades. Creo que es importante que se permita entender que ante la duda y el miedo está en la realidad positiva de que ambos pueden construir, a través del diálogo abierto y maduro, una relación muy diferente.
5. Permítase ver la vida con otros ojos, con los ojos de la esperanza, con los ojos del amor, con los ojos de la madurez y el aprendizaje de la historia vivida. Tómese el tiempo, pero tampoco se paralice en reflexiones sin tomar de decisiones.