“Si no fuera por el programa Hot Ones yo creo que ya hubiéramos cerrado hace meses”, dijo sin pelos en la lengua Pablo Jiménez, dueño de la marca de salsa picante MonoLoco.

Hot Ones es un popular programa de YouTube producido por First We Feast y Complex Media y el cual presentado por el estadounidense Sean Evans, (cuenta con casi 10 millones de suscriptores). En el espacio entrevistan a celebridades mientras se comen alitas de pollo cada vez son más picantes.

En esta serie han salido personalidades como Gordon Ramsay, Zac Efron, Justin Timberlake, Kevin Hart y Margot Robbie, entre otros.

Para esta última temporada la serie decidió incluir una salsa picante tica llamada “Pierde Almas”, producida por Pablo y su socia Paola Conejo, de la empresa MonoLoco, la misma que conquistó el paladar del actor de Hollywood Matthew McConaughey.

Pablo contó que hace cinco años la producción del programa les mandó un correo para explicarles que les interesaba probar los salsas de MonoLoco, pero jamás pensaron que querían incluirlas entre las opciones para darlas a probar a sus invitados.

“Hace cinco años les mandé a ellos dos salsas de cada una y no nos volvieron a responder, se perdieron totalmente. Yo les escribí y les escribí por meses para ver qué les había parecido y me dijeron que la persona con la que había conversado ya no estaba con ellos, así que volví mandarles otra vez las salsas. Hace un año nos contactaron nuevamente y me dijeron que estaban interesados en comprarnos más, pero no me dijeron nada del programa”, contó el joven empresario.

En febrero anterior lo volvieron a contactar de First We Feast para decirle que las salsas les habían encantado y que querían que fueran parte del programa Hot Ones, pero que eso sí, antes debían cumplir con algunos requisitos. Según contó Pablo, por culpa de la pandemia casi no lo logran.

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Producir a lo loco

Para empezar uno de los puntos que debían cumplir era enviar hasta Estados Unidos 10 mil botellas de salsas en menos de un mes, pues ellos querían obsequiarlas a los suscriptores de la página. Obviamente, pagadas por las producción gringa.

Los tedioso es que justo en marzo se vino la pandemia y con el cierre de fronteras, de los comercios y hasta el difícil acceso que tuvieron con los agricultores a los que les compran los ingredientes casi no salen con el pedido.

Además, le pidieron que la salsa “Pierde Almas” debía ser más picante, que la etiqueta tenía que ser en inglés, llevar los datos nutricionales bien detallados y presentar pruebas de laboratorio que todo era preparado bajo el más estricto control de calidad.

“No estábamos acostumbrados a producir tanta cantidad por mes en nuestro local apenas hacemos tres mil o cuatro mil salsas. Pasé muchos días pensando si podríamos o no hacer esto porque no teníamos plata, la que nos debían las otras empresas nos las quedaron debiendo porque cerraron por la pandemia, así que nos quedamos sin ingresos porque casi no se vendía, fue toda una congoja. Además, ellos nos pagaban las salsas un mes después de que llegaran a Estados Unidos”, contó.

Pablo mencionó que para cumplir con el reto también tuvieron que contratar cinco empleadas más (solo son cinco fijos) y ver de dónde sacaban los 12 mil dólares (unos ¢7 millones) que costaba el envío del producto.

Pero lograron cumplir y es por eso que el joven empresario asegura que gracias a este programa se salvaron de cerrar el negocio (no se detalló la ganancia) y pues resultó ser una salvadota pese a todo el esfuerzo que tuvieron que hacer, ya que se dispararon los pedidos por todo el mundo.

Lloró como un niño

A pesar de que lograron enviar las salsas en abril pasado no fue hasta esta temporada (número 12) de Hot Ones, que se publicó a finales de agosto, que salió la salsa tica picando a famosos como Joseph Gordon, protagonista de películas como “El origen” o “10 cosas que odio de ti”.

Pablo recordó que él se encontraba en un refugio de vida silvestre en Uvita (Las Alturas) haciendo un trabajo de voluntariado cuando vio el episodio donde salía Sean Evans hablando de las salsas que eligieron para la nueva temporada. Según recuerda, lloró como un niño cuando vio en la pantalla la “Pierde almas”.

“No le puedo explicar cuántas veces vi ese video, cuántas veces lloré viéndolo. Me escondí de todo el mundo y me fui por unos árboles y lo veía y lo veía, y más lloraba. Ahí me di cuenta que todos los esfuerzos habían valido la pena”, dijo.

Este programa además le da una calificación a las salas y la nacional quedó en el noveno puesto.