Hay momentos en la vida en los que nos enfrentamos a un cierre de procesos que posiblemente no teníamos en nuestro panorama y frente a ello toca vivir el duelo y reconocer las oportunidades.
Al final, de eso se trata la vida, de ciclos. A veces unos caminos se cierran y toca visualizar nuevos horizontes. Vivir el duelo y reconocer las oportunidades es parte importante de la vida. Pero para conseguirlo nos toca enfrentar, asumir y no evadir. Todo esto lo hacemos para responder: ¿Qué nos enseña esta situación?
- El impacto. Ciertamente, cuando la vida nos pone frente a una situación o una decisión, que implica un proceso de duelo, tenemos un impacto emocional, el cual desorganiza nuestro proyecto de vida y crea un proceso de duelo, es decir, una sensación de perdida y todos frente al dolor creamos resistencia al cambio.
El impacto nos pone frente al desconcierto, pero a la vez es un golpe de realidad que debe mover a nuestra reflexión y de asumir la vida desde estos pilares: ¿Qué está sucediendo? ¿Frente a esto qué voy a hacer? ¿Necesito ayuda? ¿Me voy a abrir para dejarme ayudar? ¿Comprendo lo que me esta pasando?
·También se debe tomar conciencia de lo que se está sintiendo y permitirse vivir las emociones, sin elaborar un plan, porque toca vivir el proceso.
- ¡Cuidado! “Cuando me sienta mejor, voy a hacer algo”, dicen algunos. El reto es modificar la forma de pensar que implica: accionar con dolor, pero a la vez con creatividad; analizar las cosas desde otra perspectiva, aunque no se quiera e implementar acciones nuevas como: dejarse guiar, buscar ayuda, reconocer la impotencia y reconocer que no se puede solo.
La única manera de modificar lo que sentimos está asociado a la modificación de nuestra conducta y pensamiento. Aunque en las primeras etapas no nos sintamos bien.
Avanzar: Es permitirnos reconocer que en medio del dolor tenemos nuestra capacidad reflexiva y de accionar intacta.
Crear: Hay que crear nuevas visiones, conceptos, ambientes y relaciones.
Sustituir: Es seguir viviendo dándole a la vida la oportunidad de sorprendernos con nuevas relaciones, empleos y actividades. La sustitución no es un parche emocional, es una creación consciente.