“Tuve un noviazgo de ocho años y nos casamos hace tres años, pero mi esposo me pidió un tiempo hace más de un año y no me dio la oportunidad de hablar. Él se fue a vivir a un apartamento diciéndome que necesitaba estar solo y casi no hemos hablado desde entonces. Lo busco y no contesta, nunca tiene tiempo y me mandó un borrador de divorcio y aún no sé qué fue lo que le pasó. Me pide que firme por mutuo acuerdo o que lo decida un juez”.
1. Es muy duro que después de once años de relación, la otra persona tome una decisión de este tipo de uno momento a otro, se traslade a otro lugar y durante un año no se comunique ni explique qué sucedió.
2. Estos procesos generan mucha incertidumbre y la ponen en una frecuencia de contradicción. Lo cual puede hacerla pensar una infinidad de posibilidades y esto le roba la paz.
3. Frente a esta realidad, hay una separación y él no ha favorecido una estructura de comunicación, ni un acercamiento, a pesar de sus intentos por comprender la situación. Él ya tomó una decisión y le corresponde a usted pensar qué va a hacer con su proyecto de vida.
4. Usted tiene derecho a la información y a la comunicación por parte de su expareja, pero si esto no ocurre, usted está frente a la urgente necesidad de buscar un asesor legal que le revise el documento de divorcio antes de firmar. Por las características de esta separación, creo que le convendría buscar apoyo sicológico para que pueda tomar las decisiones con la mayor serenidad y claridad posible.
5. Todo proceso de separación es complejo cuando se maneja a partir de la incertidumbre y la incomunicación. Aunque este tema no es fácil de digerir, hay algo consistente y pareciera ser que él definitivamente no desea continuar con la relación, por tanto, hay que hacer un esfuerzo por reactivar su proceso de desarrollo personal.