Farándula

“Se irrita con tanta frecuencia, que prefiero callarme para evitar molestias”

Rafael Ramos, sicólogo

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“Simplemente creo que no tiene sentido hablar, primero mi pareja nunca quiere conversar y si lo hacemos, se enoja rápidamente. Se irrita con tanta frecuencia que prefiero callarme para evitar molestias. El punto es que nada se resuelve”.

1. Con mucha frecuencia las parejas reportan problemas en la comunicación porque uno o ambos actores de la relación han asumido una posición evasiva, poco constructiva, creando silencios que poco aportan a la dinámica constructiva de una relación y los temas van quedando sin resolverse, porque no hay forma de hablar de lo que sea de forma abierta, clara, directa y consciente.

2. La incomunicación es un estilo de comunicación que va creando una dinámica progresiva que deteriora una relación, porque si una pareja tiene problemas de corte financiero, o hay una mala distribución del trabajo en casa, las finanzas no están al 100%, no hay un marco de tiempo que permita tener momentos y espacios de pareja, más allá de las responsabilidades que enfrentan juntos, y no se puede hablar sobre estas cosas, la frustración va creando distancias, enojos, decepción, irritabilidad, que provoca desinterés y apatía.

3. Hay muchas cosas que podrían resolverse a partir de una visión constructiva, cuando dos personas son capaces de entender la situación: escuchar el punto de vista de la otra persona, romper los esquemas de justificación, analizar lo que nos podría traer más beneficios, asumir una actitud consciente y comprometida en la construcción de bienestar, y conscientemente trabajar para resolver, las cosas cambian para bien.

4. Pero cuando una pareja entra en una lógica de evasión, distancias y se vive desde un, “¿par qué voy a hablar si al final nosotros nunca llegamos a nada”, puede que se viva bajo el mismo techo, pero hay una curva de deterioro importante en la base de esa relación.

5. La vida de una pareja o la vida en familia requieren tener la capacidad de aprender a hablar para resolver. Comunicarse no es para establecer una lucha de poder, sacar trapos sucios, volver sobre el mismo tema una y otra vez o utilizar expresiones descalificantes, simplemente porque hay desacuerdos. El amor requiere una comunicación que permita buscar conciliación y el norte no es trabajar sobre quién tiene la razón, sino cuál posición trae los mayores beneficios para desarrollar una convivencia armoniosa, bajo un esquema de paz emocional, que fortalezca las bases del por qué y el para qué estamos juntos.

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