El amor no tiene que ser perfecto, en ocasiones pasa por momentos difíciles que pueden implicar una ruptura o crear situaciones tensas y que nos tiene que llevar a hacernos la siguiente pregunta ¿Se puede dar una segunda oportunidad en el amor?
–Convicción al margen de los problemas
Independientemente de la situación que haya creado la ruptura o una situación que nos haga cuestionar si deberíamos seguir o no, se requiere una clara, madura y genuina convicción para que haya una segunda oportunidad. Debe ser un proceso en el que ambos estén convencidos.
–Emociones
Una segunda oportunidad no puede construirse a partir de la contradicción o el miedo. Una segunda oportunidad tiene que tener un claro proceso de conciencia personal, sobre el porqué quiero esto.
–Cambio personal versus una segunda oportunidad
Para que una segunda oportunidad sea un proceso sano, cada miembro de la pareja tiene que tener claro:
¿Cuál ha sido su responsabilidad en el conflicto? ¿Cuánto ha aportado a las diferencias? ¿Cómo ha nutrido el conflicto? Esto para asumir un proceso de cambio personal, que le haga corregir todo aquello que ha llevado la relación a una crisis.
–Cambio real versus una segunda oportunidad
Una segunda oportunidad no puede fundamentarse sobre una promesa de cambio, o sobre un “te quiero mucho” o "esta vez va en serio”.
Esto son solo emociones, una segunda oportunidad parte de la convicción consciente de tener la clara motivación de qué se va a trabajar a nivel personal para modificar las cosas, se tiene que poder medir, no se debería dar una segunda oportunidad con los mismos problemas.
Una segunda oportunidad, no es volver porque nos queremos mucho. Regresar requiere analizar si realmente podemos volver, hay que hacer un plan y proyecto de pareja.
Si le dejamos todo a las emociones posiblemente el resultado sea igual o más desastroso que la primera vez.