“Hace tres años conocí a un muchacho con el que he tenido mucha química, pero nunca hemos podido estar juntos por diferentes razones. Ahora me buscó y me dijo que quería algo serio, así que hablamos de tener una relación, pero se va a ir a trabajar a Sudamérica y me pide que lo espere porque serán de tres a cinco años. Él sabe que estamos hechos el uno para el otro, pero cada vez que hablamos de tener algo, él toma decisiones o pasan cosas que nos separan. Él dice que el amor supera las adversidades y que solo tengo que esperarlo”.
1. Esperar es una decisión que usted debe tomar, lo que pasa es que esperar en medio de la incertidumbre es como jugar lotería y podría o no salir favorecida en el sorteo, pues un proyecto de relación se construye a partir de acuerdos claros. Sin planes concretos podría no ser la mejor decisión.
2. Usted afirma que llevan años en los que han cultivado mucha química, pero ante cualquier circunstancia él pone en espera la relación. Él tiene que elegir entre su proyecto personal o establecer una relación con usted, lo que hace es poner en espera el proyecto de pareja, ¿está consciente de lo que esto implica?
3. Pretender cosas fuera de la realidad puede ser un camino muy frustrante. La propuesta de él es reconocer el afecto, pero sin planes, reconocer la imposibilidad de estar juntos en este momento y esperar a ver qué pasa con la vida. Le pregunto: ¿esto es lo que usted realmente quiere hacer?
4. Un proyecto de relación no solo puede ser una aspiración a partir de la química o la ilusión, hay que reconocer que todos tienen derecho a ver la vida con realismo, reconocer el valor de su tiempo, cuestionar por qué se aferra a una propuesta poco clara para vivir en la agenda de un ser humano que la pone en sala de espera ante cualquier circunstancia. Llegó el momento de que se cuestione esto a fondo y le convendría ahondar esto en terapia.