“Solo me mandó un mensaje que decía: ‘mejor terminemos’”

“Quisiera tener muy claro qué fue lo que pasó con mi exnovio. Él me pidió unos días porque se sentía muy cansado, quería estar solo, lo cual me pareció normal con todo esto de la pandemia, pero tres o cuatro días después me bloqueó de todo, dejó de comunicarse conmigo y solo me mandó un mensaje que decía: ‘mejor terminemos’. Desde entonces, no sé qué ha pasado con él y han pasado varios meses”.

1. Estos procesos, como hemos planteado en otras oportunidades, son desconcertantes, sobre todo cuando hemos venido hablando con una frecuencia y de un momento a otro alguno de los dos hace un cambio radical. Esto nos deja llenos de dudas, desconcierto, enojo, contradicción y entonces podemos leerlo como tradición. No es para nada sencillo y en esta primera etapa es normal que tengamos muchísimas preguntas.

2. Siempre he dicho que nos merecemos una buena ruptura, comprendiendo cómo hablar, explicar y dejar las cosas claras, para no sentirnos atrapados en la incertidumbre porque se dispara nuestra angustia y ansiedad.

3. No obstante, cuando esto no sucede, la actitud de la otra persona es consistente, se rompe la comunicación, la presencia se anula, la ausencia es la norma, pues efectivamente pasamos a otro plano en el que ya no se interactúa y la comunicación se rompe, entonces se terminó y el porqué es claro: “la otra persona no quiere seguir”. Pero acá solo tenemos un dato, la otra persona no quiere seguir y aquí abrimos un espacio de análisis y, si pensamos que hemos hecho las cosas relativamente bien, procuramos apertura a la búsqueda de soluciones, pero si la otra persona no ayuda en este proceso, es poco lo que se puede hacer.

4. Como todo proceso de duelo, hay una fase de shock, desconcierto y de dudas, pero poco a poco tenemos que comprender algo: “se terminó”. No de la mejor manera, por tanto, no se puede decidir vivir en la incertidumbre y hay que reconocer que no puedo aspirar a estar con una persona que decidió irse. Desde ahí hay que empezar a recuperar nuestra paz emocional, asumir las cosas tal y como son, sin culpa, sin angustiarnos y definir una posición personal. Esto puede resultar profundamente liberador.