Farándula

Sylvia Blanco con sello de elegancia

La debilidad de la locutora es coleccionar parshiminas y abanicos

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Hablar de Sylvia Blanco es sinónimo de elegancia, y ese toque final a su clásico estilo, lo logra gracias a las parshiminas (banda larga de tela para abrigarse el cuello y los hombros) que siempre combina con la ropa.

La locutora del espacio "Como dice Sylvia", que se transmite en Teletica Radio (90.5 FM) de lunes a viernes, a las 3:30 p.m., tiene una gran debilidad por las parshiminas, también llamadas estolas.

Blanco puede llegar a un evento farándulero sola o salir de su casa sin una gota de maquillaje, pero nunca sin una parshimina.

"Tengo tantos años de usar y de coleccionarlas que ya ni sé cÓmo nació el uso diario de las parshiminas", expresó entre risas.

Son años y años de comprarlas cuando viaja al extranjero, mientras que otras se las han regalado. Y tiene desde baratas hasta caras, pero las más costosas, no son porque ella ha gastado un platal por darse un gustico, sino porque se las han obsequiado.

"No sé cuántas tengo, y si supiera no me atrevería a dar un número. Son muchas las que tengo y las tengo por todo lado. Unas las tengo aquí y muchas otras en Miami, porque allá estuve viviendo dos años, así que tengo cajas llenas donde están empacadas", detalló.

Echando la mente a rodar, Sylvia dice que cree que todo empezó con los vestidos de noche que usaba hace años, porque siempre traían una tela de seda o de gaza para cubrirse los hombros.

"Tengo un cuerpo proporcionado, pero creo que mis hombros son prominentes, y tal vez en aquellos años creía que no se veían bien y así empezó todo", confesó.

Blanco dice que desde chiquitilla viene su gusto por vestir en capas, o sea, de combinar, la blusa con una sueta y otras prendas a la vez.

Blanco también dice que su gusto por vestir en capas, o sea, de combinar, la blusa con una sueta y otras prendas a la vez, viene de chiquitilla.

"Mi mamá siempre decía: ¡Sylvia pide cobija en el infierno!, porque anda jalando abrigos", recordó.

Pero para Sylvia, de todas las teorías que se le puedan ocurrir de por qué su debilidad por las parshiminas, la más fuerte, es que es ama los accesorios.

"Siempre he sido amante de los accesorios. Un accesorio bien escogido hace que una prenda completamente básica realce y luzca muy bien", contó.

Aunque muchas personas le piropean su buen gusto al vestir, ella jura y perjura, que no se arregla demasiado y su principal secreto es la seguridad.

"A veces por las carreras no tengo tiempo de arreglarme. A veces después del trabajo llego a la casa y si tengo un evento, me hago un allá y pa' cá, uso poco maquillaje, a veces ando solo algo básico como una camiseta y una licra, en realidad visto bastante simple, pero cuando me pongo la parshimina le da ese toque de elegancia", opinó.

Además del toque de elegancia que da este accesorio, Blanco contó que es muy práctico en cuanto a abrigo.

"Las que las han usado, o las usan van a saber de qué hablo, porque la parshimina es fresca en un día caluroso, pero también abriga rico en un día frío. No es pesada como un abrigo y cubre muy bien", explicó.

Aunque existen muchas formas de anudarlas, Sylvia contó que ella no se complica la vida buscando técnicas para lucirlas.

Otro de los accesorios que colecciona Blanco son los abanicos.

"Tengo muchos también, porque me los regalan o los compro cuando voy de viaje. Ellos también tienen su gracia, parte de su encanto es saber cómo moverlos y eso se logra con cierto movimiento que hay que prácticar con la muñeca", indicó.

En cuanto a la elegancia, Blanco tiene toda la autoridad para conversar del tema.

Para ella, las mujeres pueden aprender a sacarle provecho a su contextura para vestirse bien y pueden pulir ciertas cosas, pero sin duda alguna, ella es de las que cree que la elegancia es una cuestión de percha.

"Es ese algo que uno no puede explicar, que hay quienes lo traen y otras no. Se les puede poner el mismo vestido a dos mujeres con aspectos físicos muy similares que no se van a ver igual, creo que también eso va muy de la mano de la seguridad que cada uno tenga. Yo entro a un evento y yo no tengo por qué sentirme menos ni me hago menos que las demás", opinó.

Blanco recomendó a las mujeres que desean verse elegante no andar como un arbolito de Navidad, llenas de chunches.

Así que de gratis, Blanco dio un montón de consejos que las que son pellizcaditas los agarraron al vuelo.

Ileana Vargas

Periodista de espectáculos con 10 años de laborar en Grupo Nación.

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