“Este año tengo como propósito darme la oportunidad de establecer una nueva relación, después de dos años de mi divorcio. Estoy conociendo a alguien, después de haber descartado a varias personas, y me gusta lo que estoy viviendo con él. La verdad es que aprendí mucho de mí, de mi relación anterior y del divorcio, porque creo que me ayudó a madurar y crecer, pero me asusta el tema de volver a darme una oportunidad, aunque sé que es una historia diferente”.
1. Va por muy buen camino, sobre todo por su expresión: “aprendí mucho de mí”, “aprendí del divorcio”, “aprendí del amor”, “he aprendido de esta circunstancia”, pues de eso se trata la vida, no solo es una lectura de dolor a partir de sus decisiones o crisis personales, sino que se debe hacer una lectura partir del aprendizaje de los procesos que ha dejado su vida.
2. Cuando una persona se ha tomado el tiempo para entender, analizar e integrar nuevos criterios, respecto a cómo establecer relaciones y actúa con prudencia, apertura y coherencia interna, posiblemente camine por caminos menos complejos, ya que hay un desarrollo más consciente.
3. Hay quienes dicen que en el amor es un tema de suerte y que es un camino que puede cambiar de ruta, pero en el amor tienen que operar dos personas conscientes, con convicción sobre por qué están juntos. Usted debe hacer una sana construcción, a través de la comunicación, la expresión de afecto, estableciendo buenos límites, viviendo de forma sana y equilibrada.
4. La ruta de una segunda oportunidad en la vida está asociada a la capacidad de ser muy clara y honesta a nivel personal y trabajar sobre aquellos elementos que puede mejorar. Con esta persona debe trabajar bajo una premisa, hacerse el bien y desde ahí construir todo lo que los beneficia, en una lógica de proceso de integración, día a día, momento a momento por la construcción de una sana relación. De eso se trata una historia afectiva orientada a crecer.