(Videos) Mónica Naranjo hizo en el Buen Pastor algo que jamás había hecho

Artista española demostró por qué le ha ido tan bien en sus más de 25 años de carrera musical. Ella logró que el centro penitenciario viviera su visita con intensidad

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En sus 25 años de carrera musical la cantante Mónica Naranjo nunca antes se había atrevido a cantar sin hacer ejercicios vocales de calentamiento y muchos menos a capella frente a un montón de gente y menos con presencia de la prensa, pero este viernes fue su primera vez.

La española llenó de energía, cariño y buena vibra a las reclusas y personas invitadas al centro penitenciario El Buen Pastor, en San Rafael Arriba de Desamparados. Aquello fue simplemente espectacular.

Como iniciativa propia, la artista decidió hacer una visita al lugar para compartir con las privadas de libertad, antes de liderar la Marcha de la Diversidad de este domingo y se comportó como una verdadera estrella.

En ningún momento hubo malas caras o negaciones. Desde que llegó saludó a todas las personas que se le pusieron en el camino. También aplaudió, sonrió, abrazó e hizo palpitar el corazón de todos.

Vibramos.

Las reclusas le prepararon varias presentaciones artísticas a la española. Una de esas fue la interpretación de un par de sus canciones por parte de María José Murcia, a quien conocen como la “Cantante del Buenpa”.

Con su voz entrecortada y bastante nerviosa, la chica saludó a Naranjo y le manifestó su agradecimiento por estar ahí, además de revelar su gran admiración.

Primero se echó una estrofas de “Óyeme” y no aguantó las ganas de invitar a su artista preferida a cantar con ella, así que le arrimó un micrófono.

Sin pensarlo mucho, Naranjo se levantó y se fue a cantar a su lado, dejando atrás cualquier ritual o preocupación por cómo fuera a sonar su voz.

Ambas hicieron que la capilla del centro penal vibrara durante su presentación. Todas las personas presentes se levantaron a aplaudirles y hacer los coros. Hubo lágrimas y muchas caras de felicidad por parte de las privadas de libertad, pero también de Mónica y la gente que la acompañó.

Según confirmaron Naranjo y su mánager, esta fue la primera vez en que ella se animó a dar un show tan espontáneo.

“Estoy aquí para dar amor. Me voy llena, plena, es maravilloso lo que hemos vivido aquí, tantas energías y vivencias que se ven en los ojos ajenos... Yo no sabía nada, nunca canto sin calentar y hoy he cantado fatal, pero lo hice”, dijo la ibérica, quien antes de un concierto ensaya entre dos o tres semanas.

Acerca de María José, comentó que le llamó mucho la atención el gran talento que tiene para cantar.

“Es un angelito maravilloso, me sorprendió por lo bien que lo hace, tiene mucho talento”, afirmó.

Por su parte, Murcia señaló que esta es una fecha que guardara en su corazón por siempre.

“Cantar con esta señora es impresionante. Estaba muy nerviosa por lo que es ella, yo he sido fan suya toda la vida y por eso para mí es maravilloso, estuve a punto de desmayarme, pero no porque yo tenía que disfrutar este momento”, comentó la joven oriunda de Grecia.

En medio de su momento de gloria, Murcia le agradeció a Naranjo por el gran rato que le hizo vivir y tampoco se olvidó de su mamita, a quien le envió un saludo muy especial.

“Mis respetos para ella, es impresionante que una persona como ella sea tan humilde. Yo le dedico esta presentación a mi mamá María Concepción Torres, que es mi madre y gracias a ella tengo este talento”, aseguró.

Otra Naranjo.

Durante su visita, la española también se topó con Laura Naranjo, la única reclusa que lleva ese apellido en el Buen Pastor y el clic fue de inmediato, como si de verdad fueran familia.

“Es una gran persona, demasiado humilde, amorosa, con un carisma grandísimo. Me sé todas las canciones y se me erizó la piel al escucharla, le agradezco demasiado porque no es cualquiera la que se acuerda de nosotras y nos hace sentir tan bien”, dijo la mujer luego de que la artista la recibiera con un gran abrazo.

Para doña Kathia Góngora, directora del centro penal, aseguró que guardó el secreto de la visita de Naranjo hasta ayer para evitar que las muchachas se sintieran ansiosas.

“Creo que valió la pena, estaba previsto que fuera diferente, muy espontáneo. Fue maravilloso ver que ella en lugar de irse a turistear quiso venir y luchar por los derechos humanos desde la posición en la que está”, afirmó Góngora.

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