La travesía de Viviana Calderón y Pablo Rodríguez continúa y ya van dos días en que intentan regresar a sus casas sin éxito.
Y es que lo que comenzó como un viaje romántico y que terminó de confirmar que nuevamente están juntos, se ha convertido en un calvario para los tórtolos.
Según nos contó Pablo, ellos estuvieron horas de horas pegados en las presas causadas por los bloqueos en Bananito sur, Limón. De hecho, en el momento en que estábamos conversando, el actor tuvo que reaccionar y pedirle a la macha que se metiera al carro al ver que la policía empezó a lanzar gases lacrimógenos.
“Te voy a tener que dejar porque se está poniendo feo el asunto”, dijo. De inmediato se le escuchó gritar: “¡Vivi, métase al carro, métase al carro!". Los policías estaban actuando para eliminar el bloqueo y el galán tuvo que correr a proteger a su amada.
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Poco después, vía WhatsApp, Pablo nos comentó que luego de la intervención policial, pudieron abrir el paso y seguir su camino tras seis horas de espera, pero los traían con tortuguismo, por lo que pasadas las 4 de la tarde confirmó que no habían llegado y que solo se detuvieron a tomar un café.
Incluso nos mandó un video en el que se ve donde ya van avanzando, pero a pasito de tortuga.
Eterno
El regreso a la casa se les ha hecho eterno, el martes lo intentaron desde las cinco de la mañana y no hubo manera por lo que tuvieron que devolverse al hotel en Cahuita donde se hospedaron.
El exparticipante de “Dancing with the stars” comentó este miércoles, antes de que liberaran el paso, que algo que los tiene muy preocupados es que hay desabastecimiento de combustible en la zona y con lo que tienen si acaso les da para llegar a la bomba más cercana que está en Moín.
“Está bastante complicado, esto es como el extremo porque tenemos desde las cuatro de la mañana de estar pegados en el bloqueo de Viscaya, sobre el río, que es en Bananito sur y estamos a la espera de que nos dejen pasar. Ya es demasiado porque hay un montón de gente y con poco combustible, si no abrieran el paso no sabríamos qué hacer porque no nos alcanza para llegar a San José, ni para atrás ni para adelante”, comentó antitos de que los dejaran pasar.
Para ellos era necesario regresar a sus casas lo más pronto posible porque tienen que regresar a sus trabajos.
Pablo confirmó que llegaron a eso de las cuatro de la tarde después de comerse una buena presa por tortuguismo en Pacuare, muertos de hambre porque solo pudieron desayunar y con ganas de echarse un buen sueñito.