“Yo también trabajo y tengo a cargo toda la casa”

“Me siento muy cansada, siento que para mi esposo cualquier cosa es prioridad, es de los que dice que no cambia pañales, corre por el trabajo, toma decisiones solo, no acepta que lo cuestione. Yo también trabajo y tengo a cargo toda la casa porque no cuento con él para nada. Empiezo a sentirme sola y frustrada por su falta de cooperación y creo que hablar con él es una pérdida de tiempo porque me trata de ridícula y al final todo me toca a mí”.

1. Esta expresión: “todo me toca a mí”, partiendo de lo que usted describe y bajo el supuesto de que es así, es muy complicada, sobre todo porque se pierde la dimensión de cooperación y reciprocidad propia de una relación de pareja. No importa el modelo de relación que sea, ambos deben asumirla como un acto de amor.

2. Una relación de pareja no se puede establecer bajo la estructura de que a la mujer le corresponde el 100% de la responsabilidad del hogar y los hijos, y a él únicamente trabajar fuera de casa. Este modelo, aparte de haber perdido vigencia, genera una muy mala distribución del trabajo y las responsabilidades y el resultado es precisamente este que usted nos cuenta, una sensación de cansancio y agotamiento emocional, que tarde o temprano afecta la frecuencia afectiva, la comunicación, el vínculo sexual y la motivación, entre otras áreas.

3. Cada familia puede tener diferentes niveles de organización, el reto es que cumpla con dos requisitos: primero, un llamado a nivel individual en el que asumo un amplio sentido de iniciativa y responsabilidad, en una óptica de cooperación, porque en el ambiente de la familia cada acción individual suma. Segundo, apertura al cambio, a la revisión y a la modificación continua y constante para lograr una visión justa y equitativa. Una familia sin flexibilidad, iniciativa, reciprocidad y un claro sentido de responsabilidad, hace que el amor se tense.

4. El tema no se trata de dividir 50 y 50 o 60 y 40, se trata de que cada quien haga un aporte significativo desde su realidad, para que en el marco de trabajo, el descanso, el disfrute y la administración del hogar, haya una visión de solidaridad en todas las acciones que se asumen dentro de una vida en pareja, esto como una fuente de renovación continua de la motivación para estar juntos.