36 personas murieron asfixiadas en el ataque a un casino de Manila por un hombre que incendió el local antes de suicidarse, afirmaron este viernes la autoridades filipinas, que descartaron la pista terrorista.
Medio centenar de personas resultaron además heridas en una estampida, cuando al escuchar disparos los aterrorizados clientes intentaron huir del Resorts World Manila, ubicado frente al aeropuerto internacional de la capital.
El hombre, descrito por las autoridades como un ladrón que padecía disturbios psicológicos, empezó a eso de la medianoche a disparar en el casino con un fusil de asalto M4, y roció luego con gasolina una mesa de apuestas y le prendió fuego, según el jefe de la policía filipina, Ronald Dela Rosa.
El autor de los disparos desapareció en el caos provocado por el pánico y la humareda. La policía lanzó una caza al hombre que duró hasta la madrugada en el complejo, en el que existe también un centro comercial.
El cuerpo carbonizado del atacante fue hallado en una habitación del hotel cinco horas más tarde, según el jefe de la policía de Manila, Oscar Albayalde.
"Hablaba inglés, era alto y blanco, por lo que probablemente era extranjero", dijo a la prensa.
La policía anunció que los cadáveres de las 36 víctimas fueron descubiertos en el casino.